El presidente Juan Manuel Santos envió sus felicitaciones a la Unidad Nacional por la aprobación del Acto Legislativo para la Paz en el Congreso, y aprovechó para invitar a los opositores liderados por el expresidente Álvaro Uribe Vélez y el procurador Alejandro Ordóñez a «subirse al tren de la paz».
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Santos lanzó esta invitación desde La Macarena (Meta), muncipio que hizo parte de la «zona de distensión» del Caguán en los diálogos liderados por Andrés Pastrana en 1999, y donde posesionó a Paula Gaviria como Alta Consejera para los Derechos Humanos y a Alan Jara como director de la Unidad de Víctimas.
El primer mandatario agradeció a la coalición gubernamental su masivo apoyo al Acto Legislativo para la Paz, que pasó este miércoles en su octavo debate por la plenaria de la Cámara de Representantes, y fue aprobada con la única oposición del Centro Democrático.
«El tren siempre tendrá las puertas abiertas para que se sumen a este gran proceso», dijo el Jefe de Estado, aunque lamentó que algunos opositores sigan «elucubrando e inventándose razones» para mantener su rechazo a la paz.
Uribe y Ordóñez, en contra
Los motivos de esta oposición fueron planteados por el senador Álvaro Uribe Vélez en Bucaramanga, donde el líder del Centro Democrático lidera la campaña para conseguir firmas contra el Acto Legislativo y el plebiscito para la paz, que inicia este sábado y se extenderá durante dos meses.
«Este es el primer paso de un golpe de estado contra la institucionalidad democrática. El Congreso le aprobó al Gobierno por anticipado una reforma constitucional con el terrorismo, con puntos que se desconocen y otros puntos conocidos que están totalmente en contra de la institucionalidad y la conveniencia colombiana», dijo.
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En el mismo sentido se pronunció el procurador Alejandro Ordóñez. En una carta enviada a la Cámara de Representantes, aseguró que el Congreso se había extralimitado dando «un poder constitucional ilimitado» a la mesa de diálogos sin contar con los controles que la misma Constitución exige.
» Timochenko y el Presidente Santos podrán redactar la Constitución que quieran, al incluir en el bloque de constitucionalidad en sentido estricto el Acuerdo Final, que aún no existe», aseguró Ordóñez en su carta, y añadió que esta labor redujo al Congreso a una condición de «notario» frente a las reformas que se negocian en La Habana.
¿De qué se ríe el Presidente?
Sin mencionar nombres, Santos refutó estos y otros argumentos presentados por los opositores del acuerdo de paz, a quienes consideró «desesperados» y que «no encuentran argumentos» para mantener su rechazo.
“Ya no encuentran argumentos. El que escuché hace dos días que es que estábamos dando un golpe de Estado con lo que ayer se aprobó. ¡Por Dios! Un golpe de Estado cuando se acepta un procedimiento donde está involucrado el Congreso de la República, la Corte Constitucional, y más importante aún, el pueblo colombiano. ¿Cuál golpe de Estado?”, dijo Santos, recordando que el Acto Legislativo fue una norma «bien protegida desde el punto de vista democrático y constitucional».
Incluso, Santos llegó a reírse de un argumento esgrimido por, entre otros, el representante uribista Álvaro Prada en pleno debate en la Cámara de Representantes, según el cual tanto él como su hermano, el periodista Enrique Santos Calderón, son secretamente miembros de las Farc.
» Ayer escuchaba a algunos miembros de la oposición diciendo: ‘es que el Presidente y su hermano pertenecen a las Farc, son miembros de las Farc, son agentes del comunismo’. Yo me reía y decía: si ya están llegando a esos extremos, es que están realmente desesperados”, comentó.
Mesa dialogará con minorías étnicas
Mientras tanto, la Mesa de Diálogos trabaja febrilmente para poder contar con acuerdos definidos a la mayor brevedad posible, empezando con los procedimientos del cese al fuego definitivo que se anunciarían durante la visita del presidente Juan Manuel Santos a La Habana el próximo 4 de junio (ver recuadro).
La Mesa anunció que los próximos 20 y 21 de junio, sus miembros se reunirán con miembros de comunidades indígenas, afrocolombianas, palenqueras, negras, raizales y gitanas en La Habana, para recibir sus aportes y propuestas.
Según un comunicado, los negociadores del Gobierno y las Farc se reunirán con 10 miembros de las comunidades indígenas, 10 de las comunidades afro y 2 de los pueblos Rom. La mitad de estos serán designados por la Mesa, y la mitad restante, por cada comunidad.