La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) revocó la licencia de explotación de petróleo solicitada por la compañía Hupacol en el área de la Serranía de la Macarena que amenazaba con afectar la zona ecoturística de Caño Cristales, entre el Meta y Caquetá.
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La licencia fue revocada por el director de la ANLA, Fernando Iregui, luego de la intensa polémica suscitada por la presencia de una explotación petrolífera en un área en la que no solo se encuentra el famoso Caño Cristales, sino un gran número de parques naturales de la Amazonía.
La presión de la ciudadanía y un concepto de la corporación ambiental Cormacarena derrotaron la postura tanto de Hupacol como del propio presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, según la cual la explotación no afectaría las cuencas de los ríos Guayabero, Duda y Caño Cristales, afluentes de las cuencas de los ríos Guaviare y Caquetá.
Además, la ANLA rechazó el argumento de Hupacol de que el área de La Macarena (Meta) y San Vicente del Caguán (Caquetá) en la que se aprobaba la licencia ambiental se trataba de un área intervenida, no de bosque virgen.
Según la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, en el área se encuentran «12.000 especies vegetales, más de 420 especies de aves, 63 de reptiles, 213 de peces y 42 de mamíferos, así como 23 especies en peligro de extinción».
La Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet) rechazó el manejo que se ha dado a la situación, debido al «mensaje de inestabilidad jurídica que se transmite a la industria».
«Es una alta de respeto para los posiblemente cientos de profesionales colombianos de múltiples disciplinas que durante cuatro años o más dedicaron sus esfuerzos y su conocimiento para encontrar un justo equilibrio entre lo solicitado y lo que se podía conceder con absoluta seguridad de no estar atentando contra el medio ambiente», dijo Acipet en un comunicado.
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