En Buenos Aires, Cauca, los vientos de la paz están llegando… Se respiran nuevas iniciativas, voluntad de cambio, hay movimiento, ganas de que las cosas cambien. Las niñas y los niños están motivados y son activos en la construcción de paz en su vida cotidiana, en su familia, en el colegio y a través de diferentes proyectos de PLAN.
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Juan Sebastián, de 13 años, es uno de esos jóvenes que no sólo sueña con la paz, sino que la construye, participa y se involucra. Desde la vereda Palo Blanco donde vive con su familia que es muy unida, él se vinculó hace 1 año al proyecto de PLAN “Aportando a la construcción de paz”, que busca potencializar las habilidades de los participantes, escuchar y apoyar las ideas de los jóvenes en este proceso. En este grupo se desarrollan capacitaciones y entrenamientos que les permiten a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes convertirse en líderes y multiplicadores del conocimiento en sus veredas. “Yo quiero darle las gracias a PLAN, porque siempre nos ha ayudado; me permitió ser un niño más respetuoso y tolerante”, dice con orgullo. Con los conocimientos adquiridos, su gran voluntad y el amor por la gente de su comunidad, Juan Sebastián participa en el grupo creado por PLAN que busca darles herramientas para que ellos mismos puedan eliminar el conflicto en las veredas e invitar a todos hacer parte de este proceso, para ser personas más felices.
Además de trabajar para la construcción de paz, durante el proceso se han generado lazos de amistad y respeto entre los integrantes y habitantes, lo que permitió una mayor confianza y compromiso entre ellos.
Este joven sabe que la educación es clave para la paz y por eso quiere seguir aprendiendo para terminar el bachillerato y algún día, no muy lejano, estudiar para dirigir su propia academia de baile. “La música es mi pasión y quiero ser una leyenda para que muchos niños y niñas sigan soñando por tener un mejor país”, concluye con seguridad.
