El director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Valdés, confirmó que los policías desaparecidos y muertos en Tumaco (Nariño) recibieron varios golpes en el cuerpo antes de morir.
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Luego de practicar las respectivas necropsias a los cuerpos, siguiendo los protocolos internacionales de Minnesota, se pudo establecer que la muerte del mayor Germán Olinto Méndez Pabón fue producto de “un trauma craneoencefálico de tipo contundente”, mientras que la muerte del patrullero Edílmer Muñoz Ortiz ocurrió como consecuencia de una herida en el cuello: fue degollado.
En ese caso se descartaron las versiones que apuntaban a que los uniformados presentaban esquirlas de madera en sus cuerpos y que el mayor había recibido un disparo en la cabeza.
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“Encontramos múltiples lesiones repetidas de tipo contundente en diferentes partes del cuerpo, con diferente intensidad, lo que les produjo intenso dolor”, explicó Valdés.
En ese sentido, los uniformados habrían sido amarrados y sometidos por sus secuestradores, dijo Valdés, quien afirmó que no hay duda de que los cuerpos presentaron signos de tortura.
Aunque aún no se conoce el tiempo de muerte de los uniformados, se presume que fallecieron el pasado sábado, horas después de haber sido reportados como desaparecidos.
“Aun estamos haciendo los análisis para establecer el día de la muerte porque los cuerpos se encontraban en grado avanzado de descomposición”, dijo Valdés.
Los uniformados se encontraban en la zona realizando labores sociales con las comunidades indígenas.
Los cuerpos fueron encontrados por la Policía Nacional hacia las tres de la mañana con signos de tortura en la vereda San Vicente, en el municipio de Tumaco (Nariño), tres días después de haber desaparecido.
Los hechos se les atribuyen a alias Tachuela, Ferney y alias Yomba, quienes se dice, son los cabecillas de la Columna Daniel Aldana de las Farc, que actúa en esta zona del país.