Diana Carolina Rojas es una de las siete mujeres que hacen parte del Concejo de Cali y una de las nueve ‘caras nuevas’ de la corporación para el periodo 2020-2023. Economista de la Universidad Autónoma de Occidente, triatleta y exsecretaria privada del exalcalde Maurice Armitage, Rojas promovió en su campaña la idea de ‘desatornillar’ las malas prácticas de la política local y obtuvo la votación más alta del Partido Liberal.
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En los primeros 45 días del año ha citado a dos secretarios de la administración municipal para hacerles control político. Uno de los casos más polémicos, aún vigente, es la contratación del Programa de Alimentación Escolar, cuyo proceso por parte de la Secretaría de Educación generó dudas entre algunos concejales. En entrevista con PUBLIMETRO, Rojas habló de sus expectativas en el cargo que ocupa por primera vez.
El Concejo de Cali siempre ha sido de mayoría masculina. ¿Nota prácticas machistas por ser una mujer tan joven (32 años)?
Para las mujeres sigue siendo un reto hacer política en Colombia. Los espacios de poder siguen siendo mayoritariamente para los hombres, pero creo que en el actual Concejo estamos mujeres aguerridas que hacemos debates. Aún tenemos muchos retos, como darles batalla a vocabularios machistas. Con respecto a la edad, hago parte de un grupo de cinco concejales que, más que jóvenes, estamos renovando la forma en la que creemos que se debe trabajar en lo público.
¿Cuándo habla de ‘renovación’ se refiere, por ejemplo, a la defensa de vestir informal en los debates?
Va más allá de lo superficial: lo importante es la forma en la que representemos a quienes creyeron en nosotros. Con respecto al vestuario, creo que el honor de los políticos tiene que darse por el trabajo duro por la ciudad, no por vestir un saco, una corbata o llamarlos ‘doctor’ y ‘doctora’. En ese sentido, hay que desendiosar a los políticos.
¿Se nota algo distinto con la llegada de los concejales de la ‘nueva generación’?
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Los de la nueva generación siempre nos quedamos hasta el final en las plenarias, somos participativos y hacemos debates con altura. La libre competencia ha sido buena en este espacio porque hay concejales antiguos que están mucho más estudiosos. Uno de los retos de llegar al Concejo a ‘desatornillar’ malas prácticas es convertirlo en un espacio para debatir temas profundos de ciudad y creo que sí ha habido un cambio.
Hay rumores sobre el apoyo que el representante a la Cámara Juan Fernando Reyes Kuri le quitó a la exconcejala Clementina Vélez para que usted entrara a la corporación…
No, no es cierto. Clementina también hacía parte de la lista de aspirantes al Concejo y apoyó a Juan Fernando en las elecciones del Congreso, pero era claro que nosotros íbamos a tener candidato propio.
Usted ha encontrado irregularidades en el proceso de contratación del Programa de Alimentación Escolar (PAE). ¿En qué va la discusión?
El miércoles hicimos la denuncia en el Concejo porque encontramos que la Secretaría de Educación entregó 28 contratos a dos personas. Los 10 contratos de aseo y mantenimiento fueron adjudicados a un mismo proponente, al igual que los 18 contratos de transporte escolar. Además se omitió la licitación pública, se fraccionaron los contratos en montos inferiores a $87 millones para poder hacer la mínima cuantía y el proceso estuvo abierto únicamente 24 horas. He sido insistente en esto: los procesos con irregularidades los tenemos que desatornillar en nuestra ciudad, aquí lo que está en juego es la educación y la calidad de vida de nuestros niños.
El año pasado, el observatorio Cali Visible publicó un informe que decía que casi la mitad del personal de las Unidades de Apoyo Normativo de los concejales era bachiller. ¿Por qué contratan bachilleres para que los asesoren?
El ‘deber ser’ de las unidades de apoyo es que sean un apoyo estratégico para el concejal… pero en la vida real lo que pasa es que esas unidades se convierten en el pago de algún favor político: meten personas que no cumplen ninguna función en lo estratégico, solo para poder sacar los recursos… Si los concejales tuvieran un equipo estratégico organizado podrían dar mejores debates y esto sería beneficioso para la ciudad.
¿Tiene bachilleres contratados en su Unidad de Apoyo Normativo?
No. Mi unidad está conformada por tres politólogos, un abogado y dos comunicadores.
¿Qué mensaje les manda a los políticos tradicionales y a los ciudadanos?
Que el ‘destornillador’ sigue prendido para desatornillar las malas prácticas políticas y atornillar las buenas ideas que se tienen que quedar en esta ciudad. Esta curul está comprometida con la transparencia y la legalidad.
28 contratos relacionados con la educación tendrían irregularidades, según el Concejo de Cali.
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