Cali

La segunda mejor biblioteca de Colombia queda en Cali, conozca su estrategia

Contrario a lo que sucede en aquellas bibliotecas que son una suerte de templos del silencio, en el barrio Brisas de Mayo hay una donde reinan el ruido, el movimiento y la creación.

(Hroy Chávez)

La semana pasada, la Biblioteca Pública Municipal Centro Cultural Comuna 20 recibió el segundo lugar en el Premio Nacional de Bibliotecas Públicas ‘Daniel Samper Ortega’ entre 119 participantes. Se trata de un reconocimiento a la gestión y excelencia en la prestación de servicios bibliotecarios que le otorgó un estímulo de $20 millones.

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Esta biblioteca, que hace ocho años inició labores en una parte de esa montaña que los caleños suelen llamar Siloé, ha sido una alternativa de educación y entretenimiento para muchos niños que pudieron haber conocido las drogas o las balas antes que los libros y para jóvenes que se reunían en las esquinas en vez de hacerlo en las salas de lectura.

También es un punto de encuentro para los abuelitos que experimentan el goce haciendo manualidades y compartiendo saberes. Y para los artistas como bailarines y actores, que ávidos de espacios de ensayo han encontrado en el centro cultural un aliado en sus procesos.

En su interior suceden cosas mágicas. Los martes, por ejemplo, 25 jovencitos asisten al Taller de Robótica y Electrónica en el Maker Lab, que no es más que un laboratorio comunitario con una impresora 3D, un cortador láser y robots de Lego que parecieran cobrar vida luego de recibir órdenes por medio de códigos de programación.

“Los niños llegaban con comportamientos agresivos y queríamos crear un proyecto que los integrara. Unos meses después de haber iniciado con el taller de robótica, el FabLab de la Universidad Autónoma y la Fundación Bibliotec nos construyeron el Maker Lab. Es el único en una biblioteca pública en Colombia”, cuenta la bibliotecaria Diana Largo.

Uno de los proyectos recientes fue pensar en robots que suplieran las necesidades de los barrios cercanos a la biblioteca. Como la inseguridad es frecuente, entre las ideas estuvo un ‘pájaro espía’ con una cámara oculta. Todos los niños escriben sus avances por sesión y deben leer sobre robótica. Así se integra el proceso de lectoescritura con la tecnología.


La Bibioteca Pública Municpal Centro Cultural Comuna 20 pertenece a la Red de Bibliotecas Públicas de Cali, coordinada por la Secretaría de Cultura.

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Para los adultos mayores existen espacios de formación que les permiten compartir saberes. Hoy ya han participado en un par de ferias de emprendimiento con algunas artesanías como bolsos, bordados y productos elaborados con material reciclado. Su debut en la comuna será a finales de octubre en una feria de negocios.

La magia de biblioteca se extiende hasta la sala infantil, que tiene una ‘bebeteca’ para los aún más chiquitos. De ahí, el poder de la lectura atraviesa las paredes y llega hasta los hogares comunitarios y otros espacios en los que las madres, cuidadoras y agentes educativas se familiarizan con la lectura para integrarla en los procesos de formación de los niños.

“Muchas agentes educativas nos contaban que no tenían el hábito lector, entonces les era difícil trabajarlo con los niños. Teníamos que integrarlas a ellas en este proceso para que fueran multiplicadoras, no solo a las madres y a los pequeños”, explica la bibliotecaria Teresa Vanegas.

Las maravillas alcanzan para conquistar los sectores de Tierra Blanca y Los Mangos. Allí, con el programa de extensión bibliotecaria, jóvenes en condiciones de pandillismo, drogadicción y analfabetismo participan en actividades de promoción de lectura, artes plásticas y artes audiovisuales sin tener que cruzar las líneas invisibles que en sus barrios marcan una amenaza.

“Como estos jóvenes no pueden venir hasta la biblioteca por las ‘fronteras invisibles’, nosotros vamos hasta sus espacios. Comenzamos trabajando la lectura como recreación, pero poco a poco hemos ido identificando sus intereses. El proyecto ha tenido tan buena acogida que ahora hay madres que llevan a sus hijos pequeños a las jornadas”, dice la bibliotecaria Rocío Tobar.

Cada mes, la Biblioteca Pública Municipal Centro Cultural Comuna 20 atiende cerca de 12 mil servicios, es decir, unos 460 diarios. Los usuarios también tienen a disposición computadores con internet para hacer consultas y, por qué no, buscar juegos en línea; con el Sena hay un convenio para brindar formación técnica en sistemas, y cada vez más los padres dejan de usar la biblioteca como ‘guardería’ para sus hijos y optan por acompañarlos para aprender con ellos.

“Nuestra propuesta es crear los proyectos con la participación de la comunidad, no desde un escritorio. Una vez al año nos reunimos con los vecinos para que nos cuenten qué quieren de la biblioteca y así nace nuestro plan de trabajo. Esta es una biblioteca viva”, puntualiza Diana Largo.


  1. +5000 libros tiene la colección bibliográfica de la Biblioteca Pública Municipal Centro Cultural Comuna 20.
  2. El primer lugar en el Premio Nacional de Bibliotecas Públicas fue para la biblioteca Carlos Restrepo, de Bogotá.

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