Suicidio, feminicidio u homicidio. Esas son las tres líneas de investigación que abrió la Fiscalía para establecer el motivo de la muerte de Valentina Castro Rojas, una joven de 23 años que cursaba último año de Medicina y que el pasado domingo cayó desde un quinto piso de un apartamento en el barrio El Caney, donde vivía con su novio.
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Aunque se sabe que Medicina Legal ya entregó los resultados de la necropsia que le practicó al cuerpo de la mujer, el ente investigador no podrá referirse al caso hasta que este no llegue a manos de un juez penal municipal y se establezcan los responsables del hecho, si llegaran a existir.
“El caso sigue en investigación y todavía no se puede dar ningún tipo de información. La necropsia ya dio luces de lo que pudo haber ocurrido dentro de ese apartamento, pero ninguna autoridad podrá decirlo hasta que no se establezcan móviles y autores”, dijo una fuente de la Fiscalía.
Las sospechas apuntan a que el novio de Valentina está involucrado en el crimen. Vecinos del edificio aseguran que la pareja estaba discutiendo en la madrugada del domingo, momentos antes de que la joven cayera por la ventana, y que pudieron escucharla pidiendo auxilio. Aunque uno de ellos fue hasta el apartamento a ver qué sucedía, no pudo hacer nada para evitar la tragedia.
Una persona cercana a la joven aseguró que la pareja parecía no tener problemas de violencia intrafamiliar y que ella nunca había mostrado conductas suicidas, pero que le había contado a uno de sus amigos que su novio a veces se tornaba agresivo. En su grupo de amigos están convencidos de que la futura médica no fue quien tomó la decisión de quitarse la vida.
“A él no lo llegué a conocer. Sé que trabajaba en un gimnasio y que se había endeudado mucho por ella, por conquistarla y complacerla en todo. Los familiares y amigos creemos que él la golpeó en el apartamento y la tiró para que pareciera un suicidio”, dijo la fuente, que pidió reserva de identidad.
Yolanda Rojas, la madre de la víctima, contó que había tenido poco contacto con el novio de su hija durante la relación. De hecho, aunque Valentina se había mudado al apartamento de él en El Caney, permanecía la mayor parte de tiempo en la casa de su mamá.
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“Ellos llevaban como cinco meses de relación. A mi casa vino como cuatro veces, si mucho… y me parecía una persona de bien, normal, atenta. No sé qué va a pasar ahora, lo único que quiero es que se haga justicia. Estoy confiando en la justicia de aquí. Si la de aquí falla, la justicia divina nunca falla”, concretó la mujer.
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