Gracias a las denuncias de la comunidad, la Secretaría de Salud de Cali y otras autoridades competentes descubrieron un matadero de cerdos clandestino el oriente de la ciudad.
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El sitio estaba ubicado sobre el jarillón del río Cauca, en el espacio que le corresponde al barrio Potrero Grande. Al momento del allanamiento, 39 animales eran sacrificados en condiciones deplorables.
«Se encuentran personas realizando el sacrificio con unas herramientas y unos utensilios que van en contravía de todo lo que está establecido en la norma, con un agravante que fue la manipulación de las carnes en pésimas condiciones», dijo el secretario de Salud de Cali, Alexánder Durán.
Además, las autoridades pudieron descubrir que todos los residuos de la práctica eran vertidos de manera directa al río Cauca.
Durán añadió que este era uno de los mataderos clandestinos más grandes de la ciudad y que allí se asesinaban entre 40 y 50 cerdos cada día. En el procedimiento fueron detenidas tres personas a quienes ya se les realizó la judicialización.
«Es probable que este tipo de carne se venda en sitios de baja rotación como tiendas de barrio. Estos lugares donde se vende la carne más económica hacen que los compradores pongan en riesgo su salud», dijo el funcionario.
En grandes superficies como almacenes de cadena y supermercados, la Secretaría de Salud y la Policía hacen visitas periódicas para garantizar el buen tratamiento de los alimentos.
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