El lunes 2 de abril, a las 6:00 p.m., Julián Castillo iniciará una nueva hazaña con la que espera aparecer en el libro de los Guinness World Records. Para él no sería algo nuevo, pues ya en el 2017 se estrenó con este reconocimiento cuando pintó el mural más grande del mundo a lápiz en Roldanillo (Valle del Cauca), su ciudad natal.
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Las ganas de otro reconocimiento internacional lo llevaron a plantearse el reto del 2018: pasar la mayor cantidad de horas sin dormir mientras trabaja en un nuevo mural. Julián espera estar despierto, como mínimo, 48 horas, aunque espera y cree que pueden ser más.
La nueva obra medirá tres metros de alto por 100 de ancho y estará ubicada en una finca de Roldanillo. En su decoración habrán dos frases del boxeador Muhammad Ali pintadas en vinilo y un dibujo del mismo personaje hecho con marcadores, además de otro de The Beatles con la misma técnica.
«El mural lo realizaré yo solo con un ayudante en cuestiones de logística. Está patrocinado por varias empresas y requiero que los medios me apoyen para dar evidencia de que se cumplió el proceso y las horas», dijo el joven artista.
En diciembre del 2016, cuando tenía 23 años, Julián le dio alas a su idea de pintar a lápiz el que podría convertirse en el mural más grande del planeta. Casi un año después, en octubre el 2017, la organización del Guiness Record le notificó que se había hecho acreedor de ese reconocimiento.
Para terminar esa obra tardó 45 días y gastó más de 1000 lápices.