Una mujer de 23 años fue asesinada por su expareja en el apartamento al que se había mudado con sus dos hijos. Los hechos ocurrieron en el barrio Municipal, de Tuluá, donde la víctima falleció por las múltiples heridas con arma blanca que le propició el padre de sus pequeños, de quien se había separado hacía tres meses.
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“El joven llegó hasta allá a buscarla, como a las 6:30 de la mañana, ingresó y ahí se presentó la agresión con arma blanca. (…) De acuerdo con la información que tenemos, (la mujer) tenía maltrato, había asistido ya a la Comisaría de Familia en la Casa de Justicia, donde ya tenían unas actividades a la defensa y protección de la familia»dijo el comandante del Distrito de Policía de Tuluá, coronel Guillermo Carreño.
Después del crimen, el homicida, también de 23 años, escapó. Sin embargo, los vecinos les dieron pistas a las autoridades sobre su paradero y estas lograron detenerlo. Por lo pronto se encuentra bajo custodia policial y se tienen las declaraciones de dos testigos del homicidio.
Las primeras indagaciones indican que la pareja se había separado por un caso de violencia intrafamiliar, lo que había impulsado a la mujer a vivir sola con sus dos hijos de cuatro y siete años. Sin embargo, él seguía buscándola.
De acuerdo con el coronel Carreño, la Fiscalía será la encargada de establecer si se trató de un feminicidio. «Se está realizando el procedimiento de aporte de pruebas para la Fiscalía y tomar la decisión frente a este caso», puntualizó el uniformado.