La visita más reciente de la Dirección Operativa del Ministerio Público, Defensa y Promoción de Derechos los Derechos Humanos a cinco estaciones de Policía en Cali reveló el estado de abandono y las precarias condiciones de salud en las que se encuentran los presos de la ciudad.
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Por la falta de espacio, los detenidos se tienen que amontonar en lugares muy reducidos y hacer sus necesidades fisiológicas en condiciones higiénicas lamentables ya que muchas celdas no cuentan con baterías sanitarias. Además, la alimentación es de mala calidad y llega con retrasos.
En estaciones como la del barrio El Vallado, en el oriente de la ciudad, los presos han optado por dormir en hamacas colgadas del techo mientras otros intentan descansar en el suelo, sin nada que los separe del cemento. La mayoría de los detenidos cuentan ya con boleta para el ingreso al establecimiento carcelario de Villahermosa, pero el sobrecupo en este lugar ha dificultado el traslado.
Ante este panorama, el personero municipal, Hugo Montoya Cano, hizo un nuevo llamado a la Alcaldía para que ponga en marcha el funcionamiento de Centros Especiales de Atención y Protección de Personas, medida que ayudaría a la descongestión de las estaciones de Policía.
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