Don Gúmer Álvarez tuvo que abandonar la escuela cuando estaba en noveno grado. En su natal Balboa, municipio en el sur del Cauca, en aquella época era más importante dedicarse al trabajo para poder ayudar con los gastos del hogar. Las vueltas del destino lo llevaron a la Comuna 20 de Cali, sector comúnmente conocido como Siloé, donde empezó a formar una familia. Hoy, más de 30 años después, él es uno de los 96 graduandos que este sábado recibirán el diploma de bachilleres gracias a un programa de estudio gestionado por la misma comunidad.
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Historia parecida es la de Alexander Guerrero, líder social que le hace honor a su apellido. Por vagancia, dice, no quiso continuar con el estudio cuando apenas terminaba su octavo grado. En su trabajo como socializador del Miocable se dio cuenta de que en su barrio y en toda la comuna se repetía el mismo problema: muchos jóvenes querían trabajar y salir adelante, pero no contaban siquiera con un grado de bachilleres que les permitiera acceder a oportunidades más grandes que las que podían encontrar en empleos callejeros o, lamentablemente, en la delincuencia.
Por eso a finales del 2015 empezó a gestionar con la empresa privada un programa de bachillerato por módulos, gratuito para todos los que quisieran acceder a esa formación. El grupo inicial de 40 interesados creció rápidamente y de ahí, luego de un año de estudio, saldrá la primera promoción.
“La gente piensa que Siloé sigue siendo el mismo de hace 10 años, pero ha cambiado mucho por la educación. Necesitábamos que muchos jóvenes encontraran su vocación y ahora queremos que el Sena los reciba, ya estamos adelantando unos convenios con esta entidad. En la comuna hay muchísimo talento empírico, pero generalmente esas personas se ven frenadas porque no cuentan con un cartón”, dice Álex.
El grupo fue bastante heterogéneo: había jovencitas de 16 años que ya eran madres y que por asuntos de crianza y demás habían tenido que dejar el colegio. Otras, cercanas a los 25 años, tenían un pasado de delincuencia y drogadicción que les impedía superarse y buscar nuevas oportunidades. Y otros más, como Gúmer y Álex, rozan ya los 50 años y por múltiples situaciones había dejado de importarles su bachillerato.
Las réplicas del optimismo
Mientras se gradúa la primera promoción, otros 500 adultos estarán iniciando el programa educativo este mes de julio. La variante es que se abrió también la primaria, pues muchos habitantes de la comuna no contaron siquiera con la dicha de pisar alguna vez un aula de clases. Es el caso de doña Zoila, mayor de 70 años, quien está firme con su compromiso de aprender a leer.
Los diplomas que recibirán los graduandos estarán certificados por el Ministerio de Educación Nacional.
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“Esto es bravo. Yo me siento orgulloso de mi gente porque es duro crecer en una comunidad a la que rechazan tanto… Para la gente del mundo, Siloé es lo peor. Pero no se toman la delicadeza de venir acá y darse cuenta de que las cosas no son así. Nosotros podemos sacar esto adelante a través de la educación, Colombia lo necesita. La Secretaría de Educación debe mirar hacia acá y apoyar a nuestros jóvenes, que la presencia del Estado no se note solamente época de elecciones”, agrega Álex.
La empresa Cable Aéreo de Manizales, operadora del MioCable, apoyó la iniciativa del bachillerato por módulos y les brindó transporte gratuito a todos los estudiantes en sus trayectos a la escuela donde se capacitaban. El rector de la institución prestó las instalaciones para las clases y un empresario aportó el dinero de sus impuestos para que los profesores, también habitantes de la comuna, pudieran recibir un pago. Los líderes sociales se encargaron de motivar a la comunidad y así, entre todos, sacaron adelante un proyecto que abre grandes puertas para el futuro.
“Yo trabajo como maestro de acabados, es lo que he hecho toda la vida. Ahora necesito estar certificado por alguna institución para tener más oportunidades, entonces empezaré a estudiar en el Sena cuando tenga mi diploma de bachiller. Más adelante me gustaría enseñarles a otros muchachos todos lo que yo sé para que también puedan salir adelante”, cuenta Gúmer.
La ceremonia será en el teatrino de La 14 de Calima, de 4:00 p.m. a 6:00 p.m.
Vestidos con la toga y mientras escuchan sus nombres para desfilar por el diploma, estos 96 adultos confirmarán que sí se pudo; que a pesar de vivir en uno de los barrios más estigmatizados de Cali, lograron terminar una etapa tan importante como el colegio; que sin importar la violencia que alguna vez pudieron propiciar o ser víctimas, hoy la vida les da una nueva oportunidad para salir adelante con sus familias; que un cartón, quién lo creyera, un simple cartón, reúne días de lucha, noches en vela y grandes esfuerzos por tener una vida mejor.