Funcionarios del Dagma, acompañados de más de 20 uniformados de la Policía, desalojaron este fin de semana a un grupo de personas que estaban haciendo un picnic en el parque de La Babilla, en Ciudad Jardín, sur de Cali. La noticia ha causado polémica e indignación en la capital vallecaucana.
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Según denunció a El País Bethsabé Castro, directora del portal noticioso CB Online, quien además hacía parte del picnic donde participaban nueve personas, “llevábamos la canasta con canapés, un mantel y tres bombas para que los niños jugaran con ellas. No había licor ni música, solo queríamos pasar la tarde en un sitio al aire libre”.
Sin embargo, pese a que no se estaba alterando el orden de la zona y pese a ser un espacio público, los servidores los abordaron y los instaron a irse del lugar. “Nos dijo que no podíamos hacer el picnic en el lugar porque está prohibido, pero lo que nos extraña es que había más actividades de este tipo en el parque”, le dijo Castro al medio local.
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Castro relató en una nota que escribió para el portal en el que trabaja que, como argumento para prohibir los picnics, el Dagma asegura que los elementos propios de este tipo de eventos al aire libre (bombas, manteles y canastas) “atentan contra el ecosistema”.
“Al preguntársele por la norma, por la resolución o el decreto (que prohíbe los picnics) el funcionario simplemente manifestó que al ser humedal hay peligro por las babillas y por los animales que habitan en el sector”, escribió la comunicadora.
La denunciante recalcó que pese a que en varias oportunidades le solicitaron al funcionario del Dagma mostrar el documento que deja firme la prohibición, el hombre, identificado como José Alirio Arias, nunca sustentó su intervención.
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“Lamentablemente las socializaciones que tienen a la autoridad de por medio, no pueden ser considerada como la acción de dar a conocer una norma o una pauta. Son tomadas como intimidación”, concluyó Castro.
Al respecto, el director del Dagma, Luis Alfonso Rodríguez, dijo en El País que estudiará el caso denunciado por la señora Castro. El funcionario agregó que el parque de La Babilla se está convirtiendo en un espacio que empresas de eventos están comercializando para picnics y fiestas al aire libre.
Rodríguez aseguró que algunas veces este tipo de eventos hace cerramientos con bombas y festones y ponen música a todo volumen. “Los habitantes están desesperados”, aseguró el director del Dagma.
