La imagen de un pato canadiense sin vida en medio de las obras que adelanta la Administración Distrital en el humedal Jaboque, en la localidad de Engativá, circuló recientemente en un video por redes sociales. La publicación causó rabia, tristeza e indignación, pues para muchos es el resultado de la intervención, que busca la adecuación de un ‘sendero ecológico’.
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Los habitantes del sector tienen serios reparos con el proyecto, pues no dudan en afirmar que está causando la destrucción del humedal. “La participación comunitaria fue simplemente una participación de papel, porque realmente nunca se tuvo en cuenta a la ciudadanía en los diseños y obras, que vemos con gran temor por la afectación en el humedal”, expresó a PUBLIMETRO Marcela Peñuela, miembro del colectivo Caicas, constituido por habitantes de la localidad de Engativá que luchan por la defensa y recuperación del Jaboque.
Según la denuncia, las obras en el borde norte iniciaron hace aproximadamente mes y medio, y en el borde sur a mediados de mayo. Desde entonces, se ven cambios drásticos en el humedal. “En el borde norte hay una serie de huecos con una profundidad de unos cinco metros, que están siendo rellenados con concreto poroso. Esa intervención, en particular, está endureciendo el humedal, porque le están metiendo concreto a un lugar donde naturalmente se comunicaba el agua con la tierra. Adicionalmente, están quitando toda la cobertura vegetal, entonces hoy tenemos una carretera gigantesca donde antes había zonas verdes”, resaltó la líder.
Además de lo anterior, el Jaboque cuenta con un sector conocido como el Bosque de las lechuzas o el Bosque encantado. De acuerdo con la advertencia, las obras han afectado drásticamente este espacio, pues la comunidad ha notado que en los últimos días, “el agua cada vez está más cerca de los senderos naturales, porque han quitado la vegetación que se encuentra cerca al espejo de agua”.
Polémica por obras en el humedal Jaboque
Tras la firma del Decreto 565 de 2017, la alcaldía de Peñalosa dio vía libre a la construcción de ciclorrutas, senderos peatonales, alamedas, plazoletas, luminarias y adoquinado en humedales de la capital, mediante la adecuación de los llamados ‘senderos ecológicos’. Esta disposición fue demandada y debido a la falta de participación ciudadana a la hora de modificar la Política Distrital de Humedales, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca concedió medidas cautelares. Tiempo después, el Distrito apeló esta decisión, sin embargo, en dicha instancia, el Tribunal confirmó las medidas en defensa de los humedales.
Pese a esto, la Administración siguió adelante con el proyecto. En su momento, la Secretaría de Ambiente declaró que la decisión del Tribunal de Cundinamarca “no implica la suspensión de las obras que se vienen realizando en estos espacios”, dado que lo que se mantiene “es la orden de suspensión de la aplicación del Decreto 565 de 2017 proferida por el Juzgado Cuarto Administrativo”. Para la cartera de Ambiente, las obras que se están ejecutando gozan de legalidad, ya que están amparadas dentro de lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y los Planes de Manejo Ambiental, normas de jerarquía superior.
En vista de esta situación, la comunidad no dará el brazo a torcer, pues continuará manifestándose contra las obras en el humedal.
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Los planes de la Alcaldía
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab) manifestó a PUBLIMETRO que el corredor ambiental humedal Jaboque “es un punto de enlace y de importancia en la generación de nuevos espacios urbanos, que permitan la integración de todos estos ecosistemas como un circuito donde se adecuarán 5,5 kilómetros de sendero, beneficiando a más 612.000 habitantes”.
“La Eaab recuperó 28 hectáreas, conformó la isla de las Aves, gracias a la siembra de juncos y restauró el espejo de agua donde se pueden observar más de 30 especies, entre las que se destacan los patos canadienses”, declaró la entidad, resaltando que el proyecto tiene como objetivo “generar una conectividad en el humedal a través de senderos peatonales y de bicicletas, creando espacios de transición con el entorno construido, para la contemplación y educación ambiental”.
También dijo que los beneficiarios “contarán con 151 hectáreas de uso público, un aula ambiental, 13 miradores y 5,5 Km de senderos peatonales y para bicicletas”.
