Extender la vida útil de Doña Juana hasta el año 2060, aproximadamente, es uno de los planes de la Administración Distrital para mitigar la disposición final de residuos en la capital.
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Así lo anunció el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, durante la rendición de cuentas que realizó este lunes ante el Concejo de Bogotá: “ya terminamos los estudios técnicos para extender la vida del relleno sanitario Doña Juana, por lo menos por 37 años adicionales, haciéndolo de una manera mucho más técnica, de una manera que no genere ningún tipo de problemas a los sectores cercanos”.
Esta propuesta va de la mano con una serie de obras, que buscan optimizar el funcionamiento del botadero, entre las que se destacan la construcción de una planta de tratamiento de lixiviados (líquido contaminado que sale de la basura), cuyo costo se estima en $80.000 millones; también, se prevé la adecuación de dos diques, que son unos muros de contención para que los residuos no se deslicen, los cuales costarían cerca de $120.000 millones.
Para tranquilidad del bolsillo de los ciudadanos la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), Beatriz Elena Cárdenas, declaró a los medios de comunicación que estos recursos están soportados con el ajuste tarifario que autorizó el año pasado la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA).
Cárdenas explicó además que la actual licencia ambiental del relleno autoriza su funcionamiento hasta el año 2022 o hasta que se complete su capacidad de disposición, que se calcula finalice en septiembre del 2023: “vamos a continuar con esta licencia ambiental hasta el 2023 y el concesionario solicitará ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), la licencia para disponer en esta zona, que puede ser hasta de 37 años, dependiendo de la norma”.
Lluvia de críticas a la Alcaldía de Bogotá por propuesta en Doña Juana
La noticia de la Administración Distrital no solo cayó como un baldado de agua fría a los habitantes del sur de la capital que a diario deben soportar el olor putrefacto de la basura, conjuntamente con la proliferación de insectos y roedores, pues la propuesta ha sido ampliamente criticada por varios sectores desde el primer momento en que Peñalosa realizó el anuncio.
En principio, el concejal Diego Molano, del Centro Democrático, manifestó que “no puede seguir en este esquema de recoger basura para botar basura en el relleno; lo que la ciudad debería tener es un parque ecológico de aprovechamiento de residuos allá donde está Doña Juana”.
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Por su parte, el aspirante a la alcaldía de Bogotá, Antonio Navarro, rechazó la propuesta de la Administración, declarando que la solución son las “plantas de termovalorización para generar energía eléctrica con residuos sólidos”.
37 años más de relleno sanitario de Doña Juana?
NO
Plantas de Termovalorización para generar energía eléctrica con residuos sólidos es la solución.
Se usan en las principales ciudades del primer mundo
Deben llegar a Bogotá— Antonio Navarro (@navarrowolff) January 29, 2019
A su turno, la exsenadora Claudia López, dijo que el relleno Doña Juana es un peligro público “que han pagado con su salud y calidad de vida los habitantes de Usme y Ciudad Bolívar (…) Lo que se debe hacer es ir reemplazándolo por otras alternativas”.
Relleno Doña Juana es un peligro público que han pagado con su salud y calidad de vida los habitantes de Usme y Ciudad Bolívar, y “la solución” Peñalosa es prorrogar 37 años más ese relleno!
Lo que se debe hacer es ir reemplazándolo por otras alternativas. #BogotaSeRespeta pic.twitter.com/0pTcBuHTc3— Claudia López 👍 (@ClaudiaLopez) January 29, 2019
Lluvia de críticas a la Alcaldía de Bogotá por propuesta en Doña Juana
Entre tanto, el Representante a la Cámara por Bogotá, Inti Asprilla, expresó en diálogo con PUBLIMETRO que la propuesta del alcalde Peñalosa es “ofensiva y temeraria”, declarando que la última licencia ambiental se otorgó en el 2014 “bajo la premisa de que el relleno no podría seguir ahí después del 2022”, puesto que la Administración debía presentar un sitio de disposición final diferente al relleno sanitario Doña Juana.
“Lo que hace el alcalde es incumplir de manera grosera la misma licencia ambiental, además de poner en una situación de descontento e indignación a los habitantes del sur que han tenido que vivir al lado de este relleno”, aseveró Asprilla, tras agregar que actualmente está en curso una acción popular, que interpuso ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, con el fin de que se cumpla “la resolución de la licencia ambiental del 2014 que exige otro sitio de disposición final”.
Desde otra perspectiva, Henry Acosta, director del programa de ingeniería ambiental de la Universidad Manuel Beltrán, indicó en conversación con este medio la importancia de ver dos caras de la moneda: “primero, hay que entender que la ampliación de Doña Juana es urgente porque si no tenemos donde llevar los residuos sólidos, podría presentarse una emergencia sanitaria en la ciudad, sin embargo, estamos en mora en tener otras alternativas que sean más sostenibles diferentes a enterrar la basura”.
Pese a las distintas perspectivas, el debate continúa abierto, pues aunque la intención de la actual Administración es clara, aún no es definitivo que Doña Juana se tenga que prolongar.
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