El pasado 15 de enero el Escuadrón Anticrueldad del Instituto Distrital de Protección Animal atendió el llamado de la Policía Metropolitana en la localidad de Suba, con el fin de rescatar a una perrita a la que su cuidador le había amarrado el hocico.
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En aquel momento no se permitió el ingreso de los uniformados a la vivienda en donde estaba el animal, ubicada en Suba.
Una vez que llegó el Escuadrón el propietario del perro tampoco permitió la valoración del animal, indicando que lo había trasladado a un municipio de Cundinamarca.
¿Qué ha pasado con el caso de la perrita con el hocico amarrado en Suba?
El Instituto Distrital de Protección Animal no ha cesado en su esfuerzo para que esta persona permita la valoración del perro y así verificar su estado de salud, por eso ha tomado las siguientes acciones:
- Mediante un oficio se solicitó a la administración del Conjunto los videos de las cámaras de seguridad del momento en que el propietario retiraba al animal de la vivienda. Adicionalmente, se solicitó que ellos requirieran al señor para que permita la revisión del animal.
- Se requirió al propietario del animal a través de un oficio para que se acercara al Instituto y acordar una visita de verificación o indicara la ubicación del animal para hacer la valoración respectiva.
- Como el cuidador del animal no se ha acercado a la entidad pese al requerimiento, se remitió el caso con el respectivo concepto a los inspectores de policía de atención prioritaria de la Secretaría de gobierno con el fin de iniciar el respectivo proceso sancionatorio.
«Todos los días trabajamos combatiendo el maltrato, por eso pedimos a las autoridades competentes judicializar esos casos y hacemos un llamado a los cuidadores para que sean más responsables. Los animales son seres sintientes que merecen respeto y cuidados. El maltrato animal es un delito», dijo Clara Lucía Sandoval, directora del del Instituto Distrital de Protección Animal.
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