El columnista Yohir Akerman, explicó en El Espectador el alcance de una de las primeras decisiones de Peñalosa al asumir el mandato.
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Y fue derogar el Decreto 562 de 2014, expedido por Gustavo Petro, que cobraba a los constructores un impuesto de plusvalía.
La plusvalía es una contribución que se cobra exclusivamente a los privados propietarios de suelo cuando se les autorizan usos más rentables o mayor edificabilidad en un terreno, dependiendo de la zona en donde está ubicado ese predio.
«El actual burgomaestre, en su afán de conseguir recursos para sus proyectos, ha pretendido vender empresas públicas o endeudarnos por años, pero, al mismo tiempo, ha descuidado el cobro de tributos que ya existen y que son equitativos como el de la participación en plusvalías.Todo para proteger a sus amigos constructores«, expresa Yohir Akerman.
Recalcó además que Peñalosa, en su campaña financiada por diferentes constructores, la emprendió contra el Decreto 562 de 2014 y al llegar a la Alcaldía cumplió su compromiso y lo derogó por medio del Decreto 079 de 2016. Volvió a la situación anterior que permitía hacer grandes torres sin pagar nada a la ciudad.
Lo cual calificó como, un silencioso y fuerte detrimento patrimonial oculto detrás de una maraña de consideraciones técnicas.
Según explicó, la concejal María Fernanda Rojas, gracias a un derecho de petición, pudo obtener una respuesta del IDU que muestra que en 14 meses de vigencia del decreto que derogó Peñalosa, el No. 562 de 2014 vigente entre diciembre de 2014 y febrero de 2016, se recaudaron 169.000 millones de pesos.
Desde entonces, es dinero que Bogotá ha dejado de recaudar.
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