La foto de Yuliana acompaña a sus papás desde el altar que armaron en su casa en El Tambo, Cauca. Esa misma foto les sirve para recordar a la niña dulce, alegre e inteligente que era la pequeña de siete años. Y es que ese es el recuerdo que vale la pena para los Samboní, a quienes la vida se les partió en dos en diciembre del año pasado y quienes hasta ahora empiezan a reconstruir, con todo y lo que un proceso de duelo puede traer, un nuevo camino junto a Nicole, de tres años, y el bebé Julián Andrés.
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“Estos meses han sido duros, aún estamos asimilándolo, porque la compañía de ella siempre nos hace falta. No podemos decir que estamos mejor porque ha sido duro. Mi esposa se ha ido recuperando de a poco de su salud y el niño, Julián Andrés, está creciendo bien. Ahorita le están haciendo unos exámenes en Popayán para saber cómo está y por eso nos toca estar viajando. Pero ahí vamos”, comentó a este medio Juvencio Samboní, papá de Yuliana.
Juvencio aseguró que desde que dejaron Bogotá no ha sido fácil: “Volver a empezar ha sido muy duro porque en el campo no tengo un trabajo estable como lo tenía en Bogotá. Aquí la cosa es más dura, porque uno a veces trabaja por dos o tres días desyerbando o cosechando lo que salga. Aquí trabajo la tierra, pero no es algo fijo”.
Justicia
El llanto aún acompaña a los Samboní y no faltaba más después de todo lo que han tenido que atravesar, pero tienen claro que encontrarán un poco de tranquilidad cuando se haga justicia completa en el caso de su hija. Desde esas verdes montañas en el Cauca, en donde ya no se escucha la risa de Yuliana, Juvencio le pide a las instituciones y a los medios de comunicación estar pendientes de Rafael Uribe Noguera: “Usted sabe que los que tienen plata siempre terminan saliendo de la cárcel. Cuando uno va a mirar, buscan cualquier forma de salir. A mí sí me gustaría que revisen que esté en la cárcel y que se va a quedar allá”.
Frente al proceso judicial que enfrentan los hermanos de Rafael Uribe Noguera, Juvencio se limitó a decir que “si ellos fueron cómplices, pues que también paguen, pero de eso se tiene que encargar la Fiscalía”.
Tiempo para perdonar
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Los Samboní enfrentan un gran duelo, pues han tenido que ponerle la cara no solo a la pérdida de Yuliana, sino también a la enfermedad de su mamá. Además, han tenido que explicarle a Nicole que su hermanita no volverá.
“Con Nicole habló la psicóloga, pero ella es muy pequeña y hay días en los que dice que Yuliana está en el cielo, pero hay otros días en los que pregunta dónde está, que cuándo va a venir a jugar con ella. Es duro, pero Nicole siempre piensa en ella y a veces dice que su hermanita es un ángel en el cielo. A mí esposa le da muy duro y cuando piensa en ella, llora. A veces no le hablo del tema, porque también sufre del corazón y aún se está recuperando de ese golpe tan fuerte”.
Aunque para Juvencio, el tema va más allá y él también está atravesando un proceso doloroso: “De la noche a la mañana no se puede perdonar. En este momento no sabría qué decirle, porque él está vivo y nosotros no vamos a volver a ver a la niña, pero no sé si podría perdonarlo”.
Si bien los Samboní decidieron que no querían ningún tipo de indemnización, necesitan una mano que los quiera ayudar. “Nunca le pido nada a la gente. Si alguien tiene la voluntad de ayudarnos, nosotros recibimos. Nunca hemos querido pedir nada, pero estaremos agradecidos con el que nos quiera colaborar”, dijo el papá de Yuliana.
Justicia para Yuliana Samboní
En junio, los hermanos de Rafael Uribe Noguera, Catalina y Francisco, fueron acusados formalmente por la Fiscalía de los delitos de encubrimiento por favorecimiento y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.
Mientras se enfrenten al proceso que los llevará a juicio en las próximas semanas, los Uribe Noguera no podrán salir del país. Rafael Uribe Noguera se encuentra recluido en la cárcel La Picota, pagando una condena de 51 años y 10 meses.
“Estos meses han sido duros, aún estamos asimilando porque la compañía de ella siempre nos hace falta”