Jaider Iván Vivas, de 15 años, terminó con su vida en su vivienda, ubicada en el sur de Bogotá.
PUBLICIDAD
En esa casa vivía con sus tíos, ya que su mamá falleció cuando él tan solo tenía siete años.
Vecinos del sector han manifestado que el joven muchas veces les pedía comida, porque no había desayunado o almorzado.
Según las primeras versiones, en varias ocasiones estuvo en manos del Icbf, sin embargo, la entidad siempre lo devolvía a donde los únicos familiares que le quedaban.
«Se cansaba de que lo amarraran, lo dejaran sin comer durante días, lo obligaran a vender dulces en la calle. Se cansaba de que le recordaran que él no era más que un arrimado. Cuando llegaba al ICBF le contaba a todo el mundo pero nadie le hizo caso», expresa el aparte de un artículo de Las2orillas.
Las autoridades investigan para que los responsables del trágico final de Jaider Iván Vivas no queden en la impunidad.