En la localidad de Usaquén, nororiente de Bogotá, un conductor del SITP puso en riesgo su vida al intentar detener con su cuerpo el bus que acababa de estacionar y que empezó a rodarse por una pendiente.
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Delante del bus había otro carro estacionado, que fue el que finalmente logró detenerlo mientras el conductor quedó aprisionado entre los dos vehículos. No obstante, cuando ya no hubo movimiento, el hombre salió y regresó al bus para asegurarlo.
«Dejó desengranado el carro y se le vino… y lo que hizo fue tratar de detener él solo el carro, pero para detener un ‘burro’ de esos tan grandes… Lo cogió contra el carro mío y lo hirió en el estómago y en la cadera. (…) Yo llamé a la ambulancia y llegó a los 20 minutos. Lo acostamos en una camilla y se podía mover, pero decía que le dolía mucho la cadera», le dijo el dueño del otro vehículo a Noticias Caracol
El conductor fue trasladado al hospital Simón Bolívar con lesiones en su cadera y sus piernas. No obstante, habitantes del barrio Buenavista (segundo sector) aseguran que la zona se ha convertido en un parqueadero improvisado para buses del SITP y que no es la primera vez que se presentan accidentes de este tipo.
«No es la segunda ni la tercera vez… Es que ellos son muy abusivos muchas veces: llegan y cuadran como les da la gana, donde sea. La otra vez un carro rodó y fue a parar a un poste», dijo un vecino del barrio. Por su parte, Transmilenio adelanta investigaciones para ver si se debió a una falla mecánica o humana.
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