Una inusual granizada que cayó ayer en gran parte de Bogotá cubrió de blanco y causó caos en varios sectores por las inundaciones, paralización del tráfico en la hora pico y cortes de electricidad, aunque sin dejar víctimas, según las autoridades. Un día después aún se ven blancas algunas calles de la ciudad. (Vea la galería de fotos de cómo está la ciudad un día después al más abajo)
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Hacia las 18.20 empezó a caer un temporal de lluvia y granizo principalmente en la zona norte de la capital colombiana que se prolongó por cerca de una hora y que puso en alerta a las autoridades.
La red de Emergencias de Bogotá informó que la tormenta afectó principalmente las localidades de Suba, Usaquén, Chapinero, Teusaquillo, Engativá y Mártires.
Asimismo, precisó que se presentaron inundaciones en al menos 17 puntos de la capital.
Por su parte, la Secretaría de Tránsito de la Alcaldía indicó en su cuenta de Twitter que como consecuencia de la lluvia y el granizo hubo «represamiento» en el servicio de transporte masivo Transmilenio.
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La granizada también derribó árboles y en partes del turístico barrio de Usaquén se interrumpió la electricidad, lo que aumentó el caos vehicular porque los semáforos dejaron de funcionar.
En las redes sociales circulan vídeos en los que se pueden ver vehículos detenidos por el agua, y en la Avenida Caracas, una de las más concurridas de la ciudad, bloques de hielo flotaban arrastrados por la corriente formada, una imagen inédita en Bogotá.
Las autoridades reportaron que hubo «colapso de una parte de la edificación Fundación Teatro Nacional afectando dos vehículos que se encontraban cerca».
Asimismo, en el Cantón Norte, la principal unidad militar de Bogotá, el temporal derrumbó al menos cuatro metros del muro que la rodea.
Los Bomberos de Bogotá reportaron igualmente el colapso de la cubierta de una vivienda y tres vehículos atrapados por esta situación.
El jefe del Servicio de Pronósticos y Alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Christian Euscátegui, explicó que a pesar de la intensidad del aguacero, «lo ocurrido hace parte de la temporada de lluvias de noviembre y por ello es normal que se presenten precipitaciones fuertes».
Según el experto, «desde el final de octubre se ha dado un incremento en la humedad y un cambio en la dirección de los vientos en niveles cercanos a la superficie del suelo».
