Como si fuera un mensaje para las autoridades distritales, según una investigación adelantada por el Instituto Humboldt, la Universidad Javeriana y la Universidad del Rosario, los bosques de la Sabana se han regenerado en los últimos 30 años. Es decir, en tres décadas se ha visto la tendencia de regeneración en las inmediaciones de la capital del país, lo que ha indicado un aumento de la cobertura boscosa en un 42% entre 1985 y 2015.
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El estudio también señala que “en cuanto a los matorrales, estos han mostrado una tendencia similar con un aumento de área en un 43% en el mismo periodo. De manera general, la transición de áreas productivas a coberturas boscosas se ha producido entre 1991 y 2001, en la parte occidental de la zona de estudio, es decir hacia el sur-oriente de Guasca”.
Para llegar a estas conclusiones, los autores utilizaron imágenes satelitales Landsat, con las cuales mapearon cambios en las coberturas boscosas en 1985, 1991, 2001 y 2015. A partir de este análisis multitemporal fue posible inferir la edad aproximada de los parches boscosos.
Actualmente, lo fragmentos boscosos con mejor estado de conservación en el área de estudio – norte de la capital, en zona que abarca municipios de Chía, Tabio, Cajicá, Sopó, Guasca, Guatavita, Tocancipá, Gachacipa, es decir, cerca de 136.000 ha- se encuentran lejos de las cabeceras municipales y vías principales, y en zonas de alta pendiente en donde la conversión de bosque a tierras productivas es menos provechosa.
Cabe destacar que los resultados de la investigación apoyan un estudio similar liderado por la Universidad Javeriana, que demostró que la cobertura forestal aumentó en los municipios de Bojayá y Facatativá entre 1940 y 1996, y se alinea con una tendencia de ganancia de cobertura a nivel nacional entre 2001 y 2010.