La Plaza de Usaquén, perfecta para tomarse un cafecito o un jugo bien frío en una tarde soleada de domingo, guarda a simple vista una de las ventajas más grandes pero no para los capitalinos, sino para las empresas de parqueaderos. Si usted me lee, y visita con frecuencia este lugar en la ciudad, puede que haya pagado el parqueadero a $105 el minuto.
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¿Alto el precio, no? Pero qué hacemos si la norma así lo dicta y la ilegalidad no se asoma por ningún lado. Sin embargo, en PUBLIMETRO sí creemos que debería enterarse del acuerdo con el que algunas empresas que prestan este servicio se vieron cobijadas desde la Alcaldía de Samuel Moreno. Pero empecemos por el principio: desde mayo de este año entró a regir el decreto 217 que regula el tema de los parqueaderos y sus costos por las características físicas, es decir: si son subterráneos, en altura o a nivel en gravilla, entre otros, y por el factor de demanda zonal.
De ser así, los parqueaderos en esta zona de Bogotá deberían cobrar un valor máximo de $75 el minuto, pero como estas empresas inscribieron antes del 1 de julio de 2009 las tarifas ante las alcaldías locales pueden cobrar el monto máximo permitido. En otras palabras, los parqueaderos que usted ve en Usaquén, y esto pasa en otras zonas de la ciudad, son respaldados por una medida que bien se podría traducir en lo siguiente: “te portaste bien, según la Alcaldía, con las tarifas y la reglamentación, entonces te beneficiamos cobrando el precio máximo por minuto”.
El decreto es claro: “Los estacionamientos que hubiesen registrado tarifas antes del 1 de julio de 2009, ante las alcaldías locales, con un valor final por minuto superior al que entra en vigencia en el presente decreto, podrán cobrar hasta la tarifa máxima fijada en el presente decreto”. Bueno para el parqueadero, pero ¿qué piensa su bolsillo?.
Fernando Dueñas, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Parqueaderos, Acoparq, comentó a PUBLIMETRO que “las tarifas del servicio de parqueadero fuera de vía en Bogotá están reguladas desde el año 2006. Antes de dicha regulación, en la ciudad existía la libertad vigilada de tarifas producto de un decreto de la Administración de Antanas Mockus que así lo establecía”.
Después de todo ese rollo, cuando llegó Lucho Garzón a la Alcaldía se empezó a cobrar la unidad por cuarto de hora y en el 2009 se expidió el decreto 268, época de Samuel Moreno, en la que se estableció el cobro por minuto. Después llegó el acuerdo que hoy tiene a varias empresas cobrando a $105 el minuto, así no cumplan con lo establecido en el decreto actual.
En esto no hay nada de ilegal. De hecho, Dueñas fue insistente al decir que las empresas serias de parqueaderos en Bogotá y la Alcaldía trabajan para evitar que roben a los capitalinos y se preste un buen servicio.
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¿Quién regula?
Otro cuento es al que se deben atener los parqueaderos a los que sí rige el decreto actual. En Usaquén, según la alcaldesa local, Mayda Velásquez, las zonas en donde los parqueaderos presentan infracciones están en su mayoría por San Cristóbal, Toberín y Verbenal.
“Nosotros establecimos unos operativos preventivos con la Secretaría de Gobierno para los parqueaderos. Entonces se hicieron jornadas de socialización indicándoles cuáles eran las tarifas máximas que podían cobrar según la UPZ, si tenían o no la póliza civil contractual, si tenían el paradero para bicicletas, entre otras reglas que debían cumplir. Hemos visitado a la fecha 180 parqueaderos y tenemos 240 inscritos. Con la Policía establecimos que para este mes empezamos los procesos sancionatorios, porque son ellos los que pueden hacer el sellamiento previo a la revisión”, comentó a este medio Velásquez.
Valet parking, el ‘coco’
El servicio de valet parking en Bogotá cada vez es más popular. O que lo digan las empresas que prestan el servicio en Usaquén y Chapinero en donde parquean los carros en medio de la calle y bloqueando las vías. Si bien es un servicio que puede beneficiar a los conductores, a veces no se presta adecuadamente.
Esto fue lo que le ocurrió a Juan Camilo, quien fue a comer con una amiga cerca de la Plaza de Usaquén y decidió tomar el servicio de valet que le ofrecía una de las empresas del sector porque no había más opción. Y cuando decimos que no había más opción es porque el parqueadero no les ofreció el servicio normal del pago por minuto ya que, según ellos, no había espacio y salía mejor el valet parking a $16.000.
Sin embargo, ni servicio, ni valet, porque a Juan Camilo le tocó parquear su carro en unos espacios que los mismos trabajadores de la empresa habían destinado para tal fin. Y al final en vez de cobrarle $16.000, cuando el cartel así lo anunciaba, le cobraron $20.000 y no le dieron factura. Él tuvo que reclamarla para darse cuenta de lo irregular que se presta este servicio y del precio real de $18.000.
Pero esto es pan de cada día en una ciudad como Bogotá donde el tema del valet parking no está reglamentado. Según Dueñas, “el valet es un servicio no regulado de manera especifica por alguna norma en el Distrito, sino que hace parte de los servicios conexos y complementarios de las empresas de parqueadero. El servicio de valet está reglamentado dentro de cada una de las empresas y se debe prestar el servicio amparado con una póliza de servicios contractuales”.
Si le entrega a un tercero su vehículo, este lo parquea en un sitio prohibido y cuenta con la mala suerte de que le impongan un parte, ese lo paga usted. O por lo menos así lo dejó claro Velásquez, quien advirtió que “hay que saber quién es el valet y fijarse en las empresas que prestan el servicio”. Dueñas coincide y le pide a los capitalinos fijarse en esas empresas, pues las que son serias, según lo comentado, tienen espacio para parquear. Aunque este punto es puesto en duda por muchos ciudadanos.
“El valet es un servicio no regulado de manera especifica por alguna norma en el Distrito”