A la mayoría siempre les enseñan a reciclar cartón, papel, vidrio y plástico. Con eso se aporta un granito de arena al medio ambiente, pero ¿qué pasa con los residuos considerados peligrosos? Pues bien, para esto se creó la Reciclatón en Bogotá, una actividad que se realizará mañana y el jueves en la capital del país con el fin de darle una disposición final y adecuada a elementos como computadores, periféricos, pilas, neveras, luminarias y residuos de medicamentos vencidos, entre otros.
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En esta ocasión habrán cinco puntos de acopio para que las empresas, y por qué no, el ciudadano del común participe. Los puntos son: Centro Comercial Plaza de las Américas, Makro, Cumara, Planta Lito, Planta Gaia y Planta Descon, entre las 9:00 a.m. y 4:00 p.m en jornada continúa.
Una de las corporaciones que participará es Punto Azul, quien se encarga de llevar por el camino de la no contaminación a los medicamentos vencidos o los empaques de los mismos que ya están desocupados. Según Juan Camilo Pinzón, de Punto Azul, “más que reciclar es hacer la disposición correcta de los medicamentos y así evitar un tema de falsificación y adulteración. Nosotros tenemos el primer centro de clasificación y transferencia en Suramérica, y eso quiere decir que tenemos un centro de clasificación a donde llegan todos los medicamentos que recogemos en todo el país. Allí, y en este momento, emprendemos un modelo innovador donde se garantiza la destrucción completa de los medicamentos”.
Lo mismo ocurre con Lúmina, que se encargada de “la recolección selectiva de iluminación con mercurio y pionera en el aprovechamiento del residuo. Básicamente son bombillas ahorradoras, bombillos fluorescentes y bombillas hv. Las recogemos a nivel nacional, las trasladamos a Cali para que allí sean desmercurizadas en la planta de uno de los gestores en Colombia que tiene licencia ambiental para ese proceso. Después de que los residuos son triturados se desmercurizan, y con el vidrio, se apoya la fabricación de estucos, macillas y ladrillos”, comentó Indira Forero.
Bogotá produce anualmente 2,2 millones de toneladas de residuos tecnológicos, de los cuales una cuarta parte de estos son aprovechables. “En el año 2016, los bogotanos dispusieron más de 1645 Toneladas de residuos peligrosos, los cuales se gestionaron de tal forma que dejaron de disponerse en el relleno sanitario de Doña Juana, aumentado así su vida útil y disminuyendo significativamente el impacto ambiental que generan estos residuos”, añadió la Secretaría de Ambiente.