Rafael Uribe Noguera fue condenado a 51 años y 8 meses de prisión por el asesinato y violación de la pequeña Yuliana Samboní. Para muchos la sentencia fue justa y ejemplar, mientras que para otros, incluido el padre de la menor, debieron condenarlo a 60 años de cárcel.
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La juez aseguró que la pena es de «550 meses de prisión como autor responsable de feminicio agravado, la pena se aumenta con 48 meses de prisión en virtud del concurso heteregéneo de acceso carnal violento agravado y en 24 meses de prisión y 100 salarios mínimos diarios legales mensuales vigentes. La pena total a imponer es de 622 meses de prisión». En otras palabras de 51 años y 8 meses recluido en una cárcel.
Pero, ¿por qué no fueron 60 años? Primero vale aclarar que Rafael Uribe Noguera no tiene ningún beneficio de rebaja, ni siquiera por haber aceptado los cargos de feminicido, acceso carnal violento y secuestro simple agravado, pero el detalle está en que no tiene ningún tipo de antecedentes judiciales por lo que, y según el cumplimiento de la ley, no se le pueden dar 60 años.
Según Sonia Patricia Téllez, procuradora delegada de Infancia y Adolescencia, declaro a la salida del complejo judicial que “en términos legales la juez se movió como debía moverse, porque el perpetrador no tenía antecedentes judiciales y eso hacía que no pudiera imponérsele la pena máxima”.
Sin embargo, la Fiscalía aseguró que apelará la decisión teniendo en cuenta que la juez se basó en que Uribe Noguera no tenía antecedentes penales y por la omisión de algunos agravantes en los hechos. Finalmente, Juvencio Samboní aseguró que «esperaba los 60 años y quería justicia, porque eso justicia a medias no sirve».