El proyecto de Lagos de Torca ha recibido varias críticas, especialmente de los ambientalistas, que el 20 de febrero enviaron una carta a la Administración Distrital manifestándole sus preocupaciones. Publimetro habló con Daniel Bernal, quien hace parte de la Fundación Humedales de Bogotá y la Veeduría de la Reserva Van der Hammen. Igualmente, la Secretaria de Hábitat y Planeación de la Alcaldía de Gustavo Petro, María Mercedes Maldonado, explicó sus argumentos sobre el tema.
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Bernal aclara que “estamos esperando que salga el boletín legal en el que se oficialice el decreto y los planos del proyecto. Sin embargo, aún no ha sido expedido. Pero si la propuesta es igual a la que se presentó oficialmente la primera vez, nos oponemos a su realización”.
Antes de conocer las razones por las que los ambientalistas se oponen es importante entender que “el Ministerio de Ambiente expidió la Resolución 475 de 2000 que reglamentó la Zona Corredor Autopista Norte, una porción de tierra que está ubicada entre la Reseva Van der Hammen y la Autopista Norte”.
El problema con la propuesta de Lagos de Torca es que, como asegura Daniel, “se pretende reducir la zona urbana que había sido fijada por el Ministerio de Ambiente que de acuerdo a la resolución debe tener un ancho mínimo de 800 metros. Así el corredor de conectividad sería la Quebrada las Pilas y la Quebrada la Floresta, debido a que éstas deben protegerse por ser cuerpos de agua. De esta forma, se reduce el ancho estipulado por la legislación a unos hilitos de quebradas y su ronda”.
Al reducir la zona urbana, se puede emplear una porción de la Zona Corredor Autopista Norte para “usos urbanos e industriales intensivos como se plantea en el proyecto de Lagos de Torca. Esto es problemático porque la Reserva Van der Hammen quedaría bloqueada por construcciones y no cumpliría su objetivo de conectar los Cerros y Río Bogotá, porque justamente como está planteado en la resolución 475, la distancia de 800 metros de ancho garantiza la utilidad ecológica de este espacio. Esta es la forma en que el Distrito le hace conejo a la Reserva Van der Hammen”, afirma Daniel.
Uno de los problemas con las quebradas es que “ambas son pequeñas, su cauce y ronda son reducidos, y es una zona de potreros. Sin embargo, el Distrito tiene la obligación de recuperar las quebradas”, señala Bernal.
Maldonado afirma que “la Alcaldía manipuló la norma del Ministerio de Ambiente. Este es el primer paso para urbanizar la Reserva Van der Hammen. Es característico de Peñalosa actuar arbitrariamente para destruir esta zona”.
Igualmente, el colectivo Veeduría afirmó en su carta que la CAR por medio de la resolución 2513 del 2016 y el artículo 7 de la resolución 475 reconocen que la Reserva Thomas Van der Hammen sea incluida como determinante ambiental.