El viernes 17 de febrero se instaló una bicicleta de un valor aproximado de $2,5 millones de pesos en la carrera 15 con calle 77, como reportó la Revista Semana. El modelo es un “fixie” blanco. Muchos transeúntes de este sector se desconcertaron ante este hecho e intentaron explicar las razones por las que este objeto había sido puesto en este lugar.
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Algunos habitantes de calle golpearon el candado para zafar la bicicleta, pero fue imposible romperlo. Nicolás Toca uno de los aficionados a las bicicletas visitó el lugar varios días y señaló que el candado solo se podía romper con maquinaria especial.
Los transeúntes se atrevieron a afirmar que era un concurso para el que lograra romper el candado. También, creyeron que era una campaña publicitaria para promocionar este objeto. Otros lo consideraron un experimento social.
El domingo 19 de febrero, se rompió el candado y una patrulla se llevó la bicicleta. Sin embargo, dos horas después fue instalada nuevamente y se convirtió en un objeto de culto. Algunos pusieron flores, le pusieron una cartelera con el mensaje “Homenaje a los caídos”, la firmaron y le pegaron calcomanías. Incluso le crearon un grupo en Facebook donde se narraba su cotidianidad.
Sin embargo, desde el martes 21 de febrero los ladrones aprovecharon la situación y desmantelaron la bicicleta. Primero fue una rueda, luego el marco y después los piñones. Finalmente, un joven intentó llevarse lo que quedaba, pero el aficionado Nicolás Toca le gritó para cesara en sus intentos.
El miércoles 22 de febrero se resolvió el misterio. Era una campaña de la marca de la bicicleta porque empleados con chaquetas que contaban con este logo retiraron los restos. Yeison Segura, representante de la marca, afirmó que “la gente no se puede robar una bicicleta solo porque está expuesta”.