A una hora de Bogotá, subiendo por la vía a la Calera, se encuentran dos caídas de agua que hacen del tesoro ecológico de Bogotá aún más importante. Sin embargo, se abren paso entre los cerros orientales en medio de una preocupante situación y es la contaminación.
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La cascada del Salto del hippie y de Santa Ana, que se abren paso hacía el río Molinos, ni siquiera pueden ser admiradas por los capitalinos por su nivel de contaminación que viene de los barrios de la zona alta de Chapinero.
Y a pesar de que en 2012 el Tribunal Administrativo de Cundinamarca le pidió a la alcaldía anterior la formulación de un plan y la verificación correspondiente para recuperar esa zona, no se cumplió. Esta fue una de las razones por la que los ediles Juan David Quintero (Liberal), Julio Mario Martínez (Polo Democrático) y Horacio Estrada (Cambio Radical) se unieron para hacerle un llamado a la alcaldía para que tenga en cuenta esta área en el plan de construcción del Sendero de las mariposas propuesto por Enrique Peñalosa.
“Lo que queremos hacer es aprovechar la coyuntura de la construcción del Sendero de las mariposas en los cerros orientales para que los bogotanos la puedan descubrir y disfrutar. Precisamente nos unimos tres ediles para tocar la alerta y decir que esto no se nos puede quedar en el tintero”, Juan David Quintero, edil de Usaquén.
La Secretaría de Ambiente y el Instituto Distrital de Turismo están enterados del tema y se espera que diseñen un plan de acción para recuperarlas.
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