El tiempo seco y la poca nubosidad, además de manos inescrupulosas, han hecho que los incendios forestales estén a la orden del día y por eso la Comisión Distrital para la Prevención y Mitigación de Incendios Forestales lanzó la campaña “El fuego no es un juego” como plan de contingencia para la temporada seca del año.
PUBLICIDAD
El Distrito aseguró que ante cualquier incendio forestal tiene el equipo capacitado para responder, entre estos brigadas organizadas, entrenadas y capacitadas para el control y liquidación de este tipo de incidentes, así como herramientas y equipos especializados.
Adicionalmente, la ciudad cuenta con vigilancia permanente, gracias a la ubicación de vigías en puntos estratégicos para detectar oportunamente la presencia de humo o llamas sobre la cobertura vegetal.
“En Bogotá se ha identificado que 90% de los incendios forestales se debe a causas humanas por lo que se hace un llamado a la ciudadanía para evitar la ocurrencia de este tipo de incidentes que afecta de manera negativa los ecosistemas, causando daños sobre el aire, el agua, la fauna, la flora, el suelo y los habitantes de la ciudad. Durante el primer trimestre de 2016 se reportaron al menos 160 hectáreas de vegetación quemadas en la ciudad; al cierre del año las cifras de afectación superaban las 319 hectáreas, un equivalente a casi 3 veces el tamaño del parque Simón Bolívar de Bogotá”, comentó la Secretaría de Ambiente por medio de un comunicado.
Por otro lado, aseguraron que la valoración económica y ambiental de los daños ocasionados como consecuencia del mayor incendio forestal ocurrido en Bogotá el año pasado, se estimó en cerca de 12.000 millones de pesos, y la recuperación y restauración ecológica del patrimonio natural puede tardar más de 30 años.
“En Bogotá se ha identificado que 90% de los incendios forestales se debe a causas humanas por lo que se hace un llamado a la ciudadanía para evitar la ocurrencia de este tipo de incidentes que afecta de manera negativa los ecosistemas, causando daños sobre el aire, el agua, la fauna, la flora, el suelo y los habitantes de la ciudad. Durante el primer trimestre de 2016 se reportaron al menos 160 hectáreas de vegetación quemadas en la ciudad; al cierre del año las cifras de afectación superaban las 319 hectáreas, un equivalente a casi 3 veces el tamaño del parque Simón Bolívar de Bogotá”, Secretaría de Ambiente.