Sin víctimas, pero con un carro incinerado, las redadas de los taxistas en contra de Uber se volvieron más agresivas y cada vez más frecuentes en la ciudad. Mientras algunos conductores ‘amarillos’ pidieron que se regule definitivamente el servicio que presta la aplicación digital, el conductor del carro aseguró que no trabaja para ellos.
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Los únicos que faltaban por pronunciarse precisamente eran los de Uber y por medio de un comunicado pidieron respeto por la ciudadanía y al Congreso la regulación del servició de transporte privado que, según ellos, es respaldado por tres millones de colombianos.
Acá el comunicado:
“Lo ocurrido a Jonathan y a otros ciudadanos agredidos por el simple hecho de moverse por su ciudad no puede seguir sucediendo. Respetuosamente solicitamos a la Policía Nacional proteger los derechos y la seguridad de los Colombianos, sin distinción, y reiteramos nuestro pedido de detener la persecución a la que son sometidos diariamente y que ha generado situaciones que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos.