Son ocho las obras que se financiarían con los recursos obtenidos de la venta del 20% de las acciones de la EEB, según la Alcaldía:
1. ALO, desde los límites con Soacha hasta los límites con Chía: $1 billón 761.156 millones.
2. ALO, de Chusacá al límite con Bogotá: $4 billones 710.186 millones.
3. Troncal Ferrocarril del Norte: $1 billón 759.215 millones.
4. Avenida Ferrocarril del Sur: $1 billón 6632 millones.
5. Ampliación Avenida Ciudad de Cali: $2 billones 515.252 millones.
6. Avenida José Celestino Mutis: $3 billones 92.929 millones.
7. Troncal Avenida Boyacá: $4 billones 218.242 millones.
8. Calle 13: $2 billones 10.777 millones.
El día ha llegado. Hoy el Concejo de Bogotá comenzará la votación para determinar si es viable o no la democratización del 20% de las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), uno de los proyectos más polémicos del alcalde Enrique Peñalosa, que tiene como objetivo principal conseguir recursos para ejecutar importantes obras en la ciudad.
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La Plenaria del Cabildo Distrital se reunirá en medio de un ambiente político tenso luego de que el pasado jueves tuviera que suspenderse el inicio de la votación por problemas técnicos en el recinto.
Y aunque las voces en contra de la enajenación de las acciones se han incrementado en las últimas semanas, en el Concejo se da prácticamente por hecho que se aprobará la venta, dado que la mayoría de los cabildantes están alineados con la administración Peñalosa y los voceros de los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical, Centro Democrático, Alianza Verde y de La U ya manifestaron que apoyarán la iniciativa “buscando el beneficio de la ciudad”.
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Ese beneficio, según la Alcaldía, será la generación de ingresos para la ciudad cercanos a los 3,6 billones de pesos, con los que se espera iniciar alianzas público–privadas que permitan la puesta en marcha de ocho grandes proyectos de infraestructura vial en la capital, entre los que se incluye, entre otros, la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) y la ampliación de la calle 13.
Oposición
Sin embargo, para los opositores de la medida, los recursos provenientes de la democratización no compensan las pérdidas resultantes de la misma venta, pues para ellos, se está fraccionando el activo más importante de la ciudad, que le genera a Bogotá ingresos por un billón de pesos anuales.
Para el concejal del movimiento Progresistas Hollman Morris Rincón, además de que “estamos a punto de vender la empresa más importante de la ciudad por falta de decencia democrática de esta administración”, el problema también radica en que tres de los proyectos que se pretenden financiar con los recursos (la ALO y las prolongaciones de las avenidas Boyacá y avenida Ciudad de Cali) causarían daños “irreparables” en la reserva Van Der Hammen.
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En contra también se han manifestado congresistas de la Alianza Verde, quienes en días pasados enviaron una misiva en la que argumentaban, entre otras cosas, que “desde el año 2008 la ciudad ha recibido alrededor de $3,6 billones en utilidades. Si tomamos el promedio de los dividendos pagados al Distrito entre el 2011 y 2015 ($475 mil millones), y los proyectamos a futuro, seguramente con estos recursos se podrían financiar importantes inversiones sociales”.
El Polo Democrático también se viene oponiendo al proyecto y, de hecho, se espera que en la misma plenaria de hoy el concejal Manuel Sarmiento exponga los argumentos por los que, para él, la venta de las acciones sería ilegal, lo que frenaría de tajo el proceso de democratización.
“Basados en la Ley 819 de 2003 (que ordena que los proyectos que planteen una reducción de ingresos para las administraciones –como el renunciar a los dividendos– deben explicar cuál será la fuente con la que sustituirán esos recursos en el presupuesto), demostraríamos que la Administración Distrital no está haciendo bien las cuentas y que lo que ocasionaría sería un hueco fiscal de más de 300.000 millones de pesos, lo que haría la venta ilegal”, explicó Sarmiento.
Pese a los argumentos en contra, se espera que hoy se sorteen las últimas deliberaciones en torno a la iniciativa y se dé de una vez la votación para aprobar la venta que, de no concretarse hoy, terminaría por confirmarse mañana, dándole una victoria política importantísima a la actual administración.
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