“Le voy a decir una cosa, ese terminal nunca lo van a hacer. No vio con lo que salió el alcalde, que eso estaba mal y que tienen que hacerlo más allá. Estoy de acuerdo, donde lo construyeron está mal ubicado, obstruye el tráfico. Pero eso va a hacer como el metro, no van a hacer nada”, Jorge Ramírez, bogotano.
El Terminal de Transportes del Norte es una de esas obras que tiene ‘bloqueada’ a Bogotá desde hace más de cinco años. Pero desde hace más de una década, los ciudadanos que necesitan movilizarse a departamentos como Boyacá o Santander deben esperar un bus al frente del Portal del Norte de TransMilenio, en medio del caos y el desorden.
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La calle 170 con Autopista Norte se convirtió en foco de inseguridad y no muestra la mejor cara de Bogotá. Hay vendedores ambulantes en todo el andén, los conductores o ‘taquilleros’ de los buses intermunicipales no pierden la vista ante cualquier pasajero que busque una silla vacía hacía Sopó, Zipaquirá o Tunja mientras gritan “¡Variante, con puestos. Variante!”.
Mariana y Lucía Salcedo, madre e hija, quienes viven en el municipio de Sutatausa, viajan a Bogotá con frecuencia y cada vez que lo hacen quedan “aburridas” de venir por el desorden que encuentran. “Ni siquiera sabíamos que estaban construyendo un terminal de transportes en el norte. ¿Ya se robaron la plata?”, replica Lucía, en medio de risas irónicas.
Mariana, agrega que “sería bueno que construyeran eso porque uno acá no sabe en dónde pasan los buses y ni siquiera cuánto vale un pasaje a Zipa, por ejemplo. Es que yo sé que a Sutatausa nos cobran $10.000, pero a otro pueblo ni idea y esa información hace falta”.
Ambas mujeres tienen claro que sí les gustaría un lugar más cómodo para tomar el bus. Sin embargo, Jorge Ramírez, bogotano y quien no viaja en esta ocasión, pero le envía cajas llenas de presentes a sus hermanas que viven en Boyacá, siempre se para en el puente del Portal a negociar en cuánto le dejan el envío. “Le voy a decir una cosa, ese terminal nunca lo van a hacer. No vio con lo que salió el alcalde, que eso estaba mal y que tienen que hacerlo más allá. Estoy de acuerdo, donde lo construyeron está mal ubicado, obstruye el tráfico. Pero eso va a hacer como el metro, no van a hacer nada”, añadió.
En el lugar hay presencia de la Policía de Tránsito, quien controla la salida de los buses, pero a la entrada, o sea al otro lado del puente, no se ve ningún uniformado y son varias las imprudencias que cometen los conductores. También hay un columna vigilante en precarias condiciones, y muchos puestos de jugos de naranja, ‘chazas’ e incluso vendedores de curiosidades como los ‘pegatinos’.
Para Gladys Aponte, el viaje desde Tibaná, en Boyacá, es muy difícil y por estos días es peor por el tema del paro. “Vengo con mi nieto a una cita con el neurólogo y yo tengo donde quedarme acá en Bogotá, pero siempre me toca esperar como una hora a que pase el bus y aquí es muy feo, es inseguro”, comenta la mujer de unos 65 años aproximadamente.
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Gladys asegura que vive feliz en Tibaná, no lo cambiaría por nada del mundo, y prefiere pararse en la calle 170 una hora porque “eso es muy lejos el otro Terminal y acá hay ‘tiqueteadora’, entonces se puede comprar el puesto. Pero sí sería bueno un Terminal del Norte, se vería como más bonito esto”, enfatizó.
En este punto, el Terminal del Norte en ambos costados, es necesario. Habría más control de parte de las autoridades y se vigilaría aún más el precio de los pasajes.
La otra cara de la moneda
En ese punto de la ciudad también hay varios vendedores ambulantes quienes dependen del trabajo diario para el sustento familiar. Betsabé Martínez, vendedora de helados, asegura que a ella no le favorecería mucho que abrieran un Terminal de Transportes del Norte “porque acá uno tiene trabajo, pero si nos sacan yo busco en donde hacerme, pero sería más difícil”.
Lo mismo piensa Adriana Sánchez, quien está en el mismo punto desde hace diez años y trabaja a diario desde las 3:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. “¿Nos van a sacar cuando abran eso? Acá no han venido a darnos alternativas, la gente se queja de que no construyen eso, pero los vendedores qué. Tengo derecho al trabajo y si no me lo garantizan no sé qué hacer”, comentó con voz fuerte.
Angie Jiménez, dueña de dos ‘chazas’, abrió su puesto desde las 6:00 a.m y a la 1:00 pm solo ha vendido 4.000 pesos. El otro está ‘blanqueado’. “El paro nos tiene mal, es viernes y vea cómo está de desocupado. En este momento no pienso en si me trasladan o no, el gobierno a uno nunca le da nada”, recalca mientras espera un almuerzo para compartir entre tres personas.
Varios vendedores ambulantes manifestaron que el Distrito no se ha acercado a ofrecerles alternativas ante una eventual reubicación, la cual si se les mencionó según lo comentado, pero aún no hay nada concreto. “Este último mes ni la Policía, ni nadie ha molestado, pero que ni se les ocurra porque las ventas están bien malas y ahí sí se arma”, agregó Jiménez.
El paro de transportadores es otro factor que por estos días no solo afecta la venta de los vendedores ambulantes, sino la demanda de pasajeros de las empresas de buses. “El tema del paro está duro, ya no se vende lo mismo y ellos pelean por justa causa, pero nos están perjudicando”, enfatizó Sánchez.
Terminal del Norte en cifras
En el proyecto del Terminal de Transportes del Norte, ubicado en la 193 con Autopista Norte al lado de Makro, se han invertido más de 14.000 millones de pesos. A pesar de tantos retrasos que completan casi una década desde que se planeó la obra, la misma tiene un avance del 80%.
Sin embargo, el alcalde Enrique Peñalosa planteó una reubicación del mismo porque según sus declaraciones quedó mal diseñado y aseguró que ya trabajan en ese proyecto. La idea es que el nuevo Terminal se pueda conectar con TransMilenio y los pasajeros lo puedan aprovechar.
De hecho, le solicitó a la Secretaría de Movilidad enfocarse en este desarrollar una revisión profunda ya que en la visita que se realizó la semana pasada se concluyó que de la terminal satélite del norte no son suficientes para acoger a los 31.317 pasajeros y los 1751 vehículos que en promedio cada día se movilizan por este sector.
“De acuerdo con la Terminal de Transporte, con la infraestructura actual solamente se podría asumir el 40% de la demanda de pasajeros y buses intermunicipales. Ejemplo de ellos son las 19 bahías y 24 taquillas construidas para soportar la magnitud de la operación, insuficientes para cumplir con las condiciones de operación intermunicipal de hoy”, comentó la entidad.
PUB/LP