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Según se conoce, opera en el norte de la capital, especialmente en la localidad de Chapinero, donde utiliza un carro para despistar a los habitantes del sector.
Lo que hacen es que, sin bajarse del automóvil y parqueándose en frente de carros de alta gama, un hombre, con cruceta en mano, suelta la llanta. En caso de ver personas que pasen por el lugar, mueven el carro y luego continúan con el desmonte.
Al respecto, el coronel Óscar Daza, comandante de la estación de Chapinero, dijo a Noticias Caracol que se busca saber cuál es el destino final de las llantas para, de esa forma, determinar la ruta.
“La Policía Metropolitana de Bogotá está realizando los controles para dar con el destino final de estas llantas”, aseveró.