Compartir el carro en Bogotá, o el carpooling, podría estar más cerca de lo que nunca ha estado en la capital del país con UberPool, el servicio que lanza mañana la plataforma Uber con la intención de que cientos de ciudadanos dejen los vehículos a un lado y se mejore la movilidad en la ciudad.
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Hasta ahí todo bien, la intención no es mala teniendo en cuenta la caótica Bogotá en la que estamos viviendo y la falta de sistemas de transporte eficientes. Sin embargo, la tendencia, que no es nueva en Colombia, pero si un poco impopular, está siendo impulsada por Uber, por lo tanto se convierte en un servicio ilegal.
Así lo dijo Ayda Lucy Ospina, directora de Transporte y Tránsito del Ministerio de Transporte, “cuando comparto el carro con otras personas que tienen el mismo destino no es un servicio de transporte, por lo cual no tiene que haber cobro porque el concepto de compartir el vehículo no tiene esa finalidad. Si yo le digo al pasajero que le voy a cobrar por un servicio determinado, que en Colombia está regulado por la Ley 336 del 96 y todos sus decretos reglamentarios, eso está prohibido si es un carro particular”.
Primer dilema, pues la nueva opción de Uber no se trata del concepto de car pooling que se conoce, el mismo que es apoyado por miles de expertos en movilidad y medio ambiente, simplemente porque tiene un fin económico. Sin embargo, aplicaciones como esta toman cada vez más fuerza y el marco legal se queda muy corto.
Pero, ¿los bogotanos están dispuestos a compartir el carro? Hicimos un sondeo y la mayoría de las respuestas coincidían: “si es con alguien que conozco, sí lo haría”. Por supuesto, una minoría, de los consultados, le apostarían a esta tendencia para ayudar a descongestionar la ciudad, pero del dicho al hecho…
Puede que funcione, pues desde este punto de vista puede que nos estemos equivocando teniendo en cuenta que Uber, con su nuevo servicio, mantendrá una tarifa plana de $3900 durante el pico y placa hasta el 27 de junio. “El Pico y Placa busca aliviar la congestión en Bogotá reduciendo el número de carros circulando por las vías capitalinas. Es ahí cuando opciones como UberPool se convierten en el mejor aliado de la ciudad, logrando un mayor provecho de los vehículos habilitados para circular”, comentan los voceros de Uber.
Segundo dilema, la seguridad que se ofrece para el pasajero y el usuario. Acá volvemos a la misma frase de “si es con alguien conocido, sí lo haría” y hay que sumarle que lleven la misma ruta, aunque la aplicación cubrió eso pidiéndole al cliente que quiera el servicio anotar su destino antes de pedir UberPool.
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Según la ley, quien preste este servicio en un carro particular se atiene incluso a la inmovilización del vehículo y a que las autoridades tomen cartas sobre el asunto. “Están prestando un servicio de forma ilegal. En la medida que no se ajusten en el marco normativo en Colombia tienen que ser objeto y sujeto de parte de las autoridades de control y vigilancia. Al vehículo se le pueden generar inmovilizaciones y a las empresas se les puede sancionar por ofrecer un servicio que no está incluido en el régimen actual vigente”, comentó Ospina.
UberPool ha tenido éxito en otros países. En Sao Paulo y en Ciudad de México ha tenido un acogida impresionante. En Colombia lo ven como un desafío a la ley y a los mismos ‘amarillos’, quienes se sienten amenazados con el crecimiento de esta aplicación ya que aseguran que con este nuevo servicio ahora sí se quedarán sin trabajo.
El tema del car pooling en Colombia no es nuevo, como ya se mencionó, de hecho se han desarrollado aplicaciones como Wheels que tienen sello nacional y que en países de Europa ha tenido una gran acogida, pero en el nuestro a duras penas se conoce.
Esto sin contar las iniciativas que se han tenido desde el Concejo de Bogotá, y los mismos alcaldes, para compartir el carro. Este también es un tema cultural y de confianza, la idea es que varios bogotanos se acogieran a la idea por si mismos y no se necesitará un servicio para impulsarlo. La decisión es suya.
PUB/LP