Los esfuerzos del Distrito por embellecer la ciudad parecen haber sido en vano. Lo mismo sucedió hace unos meses cuando se sumaron esfuerzos para arreglar la Plaza de Bolívar, que finalmente resultó siendo destruida por algunos vándalos que se encargaron de llenarla de grafitis, entre otras cosas.
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En diálogo con PUBLIMETRO, Paul Bromberg experto en temas de cultura ciudadana y quien trabajó en el año 95 con el exalcalde Antanas Mockus, aseguró que la única forma de combatir este tipo de comportamientos es saber quién lo dañó y cómo.
Al respecto, aseguró que “si fueron actos vandálicos de un grupo pequeño de personas, si fue descuido, cada caso de esos hay que mirarlo. Cuando se hizo cultura ciudadana en el 95, nunca se actuó sin preguntar quién era la persona que hacia los daños o agredía las normas. Siempre encontramos sorpresas, la mayoría de la gente quiere cumplir las normas y está dispuesto a que las cosas se mantengan”.
Para Bromberg, las personas que realizan estos actos son una excepción, ya que la mayoría sí quiere cuidar el espacio público. Por esta razón, considera que los culpables deben ser identificados a través de observadores y se les debe aplicar autoridad.
Por su parte, Hugo Acero, experto en seguridad le dijo a PUBLIMETRO que la Administración Distrital debe mantener los esfuerzos que están haciendo para recuperar los espacios públicos.
Sin embargo, considera que se debe limpiar, lavar y ordenar por varios días, es decir que, en caso que vuelva a dañarse, debe realizarse de nuevo la intervención.
“Generalmente esa recuperación se mantiene por dos o tres días, pero hay que mantenerla por siempre», asevera. Además, considera importante la presencia de la Policía en el lugar para que este tipo de acciones no se repitan.
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La limpieza del sábado
Después de la jornada de limpieza que se realizó el fin de semana pasado en el Eje Ambiental, en la que participaron trabajadores del distrito , de Citibank y cientos de bogotanos que se unieron a la causa, esta semana la ciudad se levantó con una cara poco agradable.
Fueron más de 1500 personas que voluntariamente limpiaron y pintaron paredes, recogieron basura y lavaron incluso hasta un TransMilenio para mostrar una Bogotá más limpia. Sin embargo, el trabajo que se realizó se vio opacado porque las fachadas de la casas que fueron pintadas de nuevo tenían ‘rayones’ y la basura en los andenes tampoco se hizo esperar.
PUB/CB
