La pesadilla de una familia empezó cuando uno de los ‘sayayines’ reclutó a una menor de 17 años para vender droga en el Bronx. El hombre la buscó en su colegio y le ofreció 300 mil pesos como un turno de “taquillera” de 24 horas bajo el mando del ‘gancho Homero’, según comentó el diario El Tiempo.
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Aunque la adolescente aceptó, después de un tiempo se dio cuenta que se había metido en la boca del lobo y se hundió en lo más profundo de la “olla” más grande de Bogotá. Allí se volvió drogadicta y llegó a consumir hasta pegante; a veces solo le daban una comida al día… si le daban. También comentó que durante el primer mes que estuvo trabajando para la organización la dejaban ir a visitar a sus familiares, le llevaba plata a su mámá y hermanas, pero luego todo cambió.
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Le decía a su mamá que estaba trabajando en una bodega y que ya casi terminaba el colegio, pero todo era mentira. Ella seguía vendiendo en una de las esquinas de la “L” y a los extranjeros les cobraba más caro porque estaban dispuestos a pagar.
Después de un tiempo, el padre de la joven se enteró que ella era “taquillera” en el Bronx y decidió sacarla del “hueco” haciéndose pasar como una de las personas que buscaba droga. “Empecé a trabajar como infiltrado para la Policía y lentamente me gané la confianza de los jefes del ‘gancho Homero’. Allí pude constatar que alias Chulo manejaba la ‘olla’ (expendio de drogas) de la Mariposa y que venía del Caquetá donde se le sindica de varios homicidios. Aprendí que el ‘gancho Homero’ reclutaba menores de edad para distribuir drogas, porque las penas son bajas si los capturan”, relató para el medio de comunicación comentado.
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El hombre también comentó que nunca olvidaría esa imagen de su hija «con un cacho de marihuana en la boca y dos pistolas en la cintura”. Con tiempo y paciencia pudo rescatarla, aunque la joven quedó con daños psicológicos y él, en medio de un enfrentamiento entre los dos ganchos poderosos del Bronx, sufriño cortes en los tendones de una de sus manos quedando discapacitado.
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Sin embargo, recuperó a su familia y decidió irse de Bogotá por seguridad. Ahora busca ayuda para su hija y espera cerrar definitivamente en el capítulo de su vida.
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