"La religión en un asunto privado y solo debería ser celebrada en las casas o las iglesias".
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Este mantra puso a una mujer de Estados Unidos en el centro de la tormenta, en una sociedad profundamente religiosa.
Madalyn Murray O’Hair es considerada por muchos como "la mujer más odiada" de toda la nación. Probablemente ningún ateo ha sido más famoso que ella en el país.
En Estados Unidos, donde más del 70% de la población se identifica como cristiana según la encuestadora Gallup, ir en contra del cristianismo es enfrentarse a un país.
Murray O’Hair presentó decenas de demandas ante cortes federales para garantizar que hubiera un distanciamiento entre estado y religión en las instituciones públicas:
- Desafió los servicios religiosos semanales en la Casa Blanca.
- Desafió la inclusión de la frase In god we trust ("En dios confiamos") en los billetes estadounidenses.
- Logró que la constitución del estado de Texas eliminara el requisito de "creer en dios" para poder ocupar cargos de confianza pública.
Y en esta época del año -cuando muchas escuelas e instituciones públicas de Estados Unidos celebran las fiestas navideñas- es preciso recordar a la mujer que también se batió en corte para que la Navidad fuera prohibida en todas las instituciones financiadas con dinero de los contribuyentes.
Una mujer repudiada
Madalyn Mays (nombre de soltera) nació el 13 de abril de 1919 en Pittsburgh, Pensilvania. Su padre era presbiteriano y su madre luterana.