Hesperia, en California, es una polvorienta ciudad de menos de 100.000 habitantes en el desierto de Mojave, a dos horas en auto de Los Ángeles. Sus calles no tienen nada que ver con la ostentación de Hollywood.
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Fui al desierto de Mojave porque ahí reside una de las más recientes -y vilipendiadas- estrellas virales de Internet: Jered Threatin, un músico de rock cuyo nombre artístico es simplemente Threatin.
Un mes antes Threatin se había convertido en el hazmerreír de internet después de que un pequeño ejército de internautas revelara que había fingido ser una estrella del rock comprando ‘likes’ en Facebook y visualizaciones en YouTube.
Subió videos editados en los que aparentemente aparecía tocando ante multitudes, mintió acerca de un premio inexistente y sobre la venta de álbumes, se inventó una gira por Estados Unidos. Todo para conseguir hacer una gira por 10 ciudades del Reino Unido y Europa.
Y eso era solo la punta del iceberg.
Al final, sus compañeros de banda lo abandonaron, sus conciertos en Francia, Italia y Alemania fueron cancelados, e internet ardió por la caída del joven.
Su hermano Scott, un músico de metal extremo que todavía vive en su ciudad natal de Moberly, en Missouri, me había advertido de que no me molestara en ir hasta California para hablar con su ahora hermano menor.
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"Todo es humo con Jered", me escribió a través de Facebook. "Te hará creer que hay algo grande para que caigas… y al final sólo te decepcionarás. Ten cuidado".
Scott llegó a preguntarse si Jered sería capaz de alquilar una mansión antes de mi llegada para convencerme de que era verdad que era una estrella del rock. Pero el GPS me llevó a una casa de aspecto ordinario y de una sola planta, situada al lado de una autopista bordeada de supermercados y restaurantes de comida rápida.
Cuando toqué el timbre, abrió la puerta una mujer de larga melena de color rubio rojizo y con gafas de bibliotecaria. Era Kelsey, la esposa de Jered.