"Me cansé de tantas humillaciones y dije ‘ya basta’".
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Victorina Morales habla con una voz suave pero firme.
Esta mujer de 45 años, procedente de una familia humilde, de un caserío llamado El Silencio en Guatemala, se ha convertido en protagonista de la última denuncia contra el imperio Trump.
Con la ayuda de su abogado Aníbal Romero, Morales decidió contar su historia a uno de los diarios más prestigiosos de Estados Unidos, The New York Times, y desde entonces ha hablado con múltiples medios de comunicación, entre ellos BBC Mundo.
Su historia es la de una familia que huyó de la violencia en Guatemala a finales de los años 90 y logró establecerse en EE.UU., aunque de manera ilegal. Ello no le impidió conseguir trabajo e incluso acabar como empleada de la organización que lleva el nombre del presidente estadounidense Donald Trump.
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Morales asegura que trabajó desde 2013 para el club de golf que la Organización Trump tiene en Bedminster, Nueva Jersey, limpiando la villa donde se solía hospedar Trump antes de llegar a la Casa Blanca y la hija de este, Ivanka.
"Había varios que no teníamos (papeles)", asegura en conversación telefónica con BBC Mundo.
Contactada por este medio, desde la Casa Blanca se limitaron a desviar las preguntas a la Organización Trump. La empresa, por su parte, no respondió a las solicitudes de BBC Mundo.