Este miércoles se hace historia en Ciudad de México. Claudia Sheinbaum, la primera mujer electa como alcaldesa de la enorme metrópoli, asume su mandato a nombre de Morena, el partido de gobierno.
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Si bien no es la primera mujer en términos absolutos (antes que ella Rosario Robles ocupó el cargo de forma interina entre 1999 y 2000), sí es la primera en acceder a la alcaldía a través del voto popular.
Con 56 años y un estilo más bien sobrio -rara vez se la ve sonreír en un acto público al que acude casi siempre en un par de jeans, camisa blanca y pañuelo en el cuello- Sheinbaum no cumple con los estereotipos del político promedio.
Nacida en el seno de una familia judía en un país mayoritariamente católico -sus abuelos emigraron de Lituania y Bulgaria-, Sheinbaum recibió no obstante una educación secular.
Y su primera pasión, al igual que la de sus padres, no fue la política sino la ciencia: estudió física e ingeniería energética en la UNAM, obtuvo un doctorado en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en California, Estados Unidos, e integró el Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el equipo que ganó el premio Nobel de la Paz en 2007.
Sin embargo, su interés por la ciencia no le ha impedido desarrollar su carrera política.
Controversia
Esta mujer, que asegura escribe sus propios discursos y se muestra cautelosa a la hora de presentar sus propuestas, ha estado vinculada desde hace años con políticos de izquierda y con el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.