El juez mexicano Alejandro Rochin inscribió su nombre en la historia del boxeo al entregar una de las tarjetas más controversiales que se han visto durante la electrizante pelea que protagonizaron Deontay Wilder y Tyson Fury.
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Rochin dio claramente ganador del combate al pugilista estadounidense pese a la evidente superioridad que había mostrado el retador británico a lo largo del combate.
Pero si la puntuación 115-111 favorable a Wilder fue polémica, lo fue aún más la manera en la que llegó a esa decisión.
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La tarjeta del juez mexicano mostró como ganador de los primeros cuatro asaltos a Wilder cuando para los otros dos jueces de la pelea, el británico Phil Edwards y el canadiense Robert Tapper, Fury había sido superior en por lo menos tres de esos rounds.
La decisión de Rochin permitió a Wilder retener su corona de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) luego que para Edwards la pelea terminara en empate y Tapper tuviera como vencedor a Fury.
De por vida
El retador pidió una sanción ejemplar contra Rochin y exigió tener otra oportunidad, ya que considera que el "mundo sabe quién es el verdadero campeón".
"La verdad es que no vhe isto una peor decisión en mi vida", dijo Fury al día siguiente de la pelea en Los Ángeles.
