"Hay tragedias que unen, pero a nosotros nos separó".
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Alexander Mesa tenía 12 años cuando perdió a su padre, una de las víctimas del atentado con explosivos que derribó un avión en pleno vuelo ordenado por Pablo Escobar.
El 27 de noviembre de 1989, una nave de la aerolínea Avianca que partió de Bogotá con rumbo a Cali se desplomó provocando la muerte de 107 personas.
29 años han pasado desde aquel episodio que estremeció a Colombia y 25 de la muerte del sanguinario líder del Cartel de Medellín.
Ahora, con 41 años, minutos antes de un homenaje a las víctimas de la tragedia del vuelo de Avianca de 1989, Alexander relató a BBC Mundo cómo vivió aquel episodio que cambió su vida.
"Soy el hijo de Rafael Mesa, quien murió en el vuelo de Avianca hace 29 años.
Yo tenía 12 años, pero lo recuerdo todo, cada momento. Esa mañana lo acompañé al aeropuerto de Bogotá junto a mi mamá en el auto. Me acuerdo que él no debía viajar en ese avión, tenía que irse más temprano, pero se retrasó.
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La noche previa nos dijo que tenía que viajar, alistó una maleta y empacó la ropa que tenía a la mano. Nos pidió que lo llevaramos al aeropuerto y eso hicimos a las seis de la mañana del día siguiente.
Él viajaba para una fábrica donde tenía que hacer un arreglo y se debía volver de inmediato porque uno de mis hermanos se iba a graduar como bachiller en esos días.