La capacidad de experimentar placer, dolor y miedo no es exclusiva de los seres humanos. De hecho, es vital para la supervivencia de los individuos de numerosas especies
PUBLICIDAD
Pero, ¿qué pasa con emociones más complejas, como la capacidad de sufrir por la pérdida de un ser querido o indignarnos cuando consideramos que han sido injustos con nosotros?
La biología evolutiva y las ciencias del comportamiento y el cerebro han demostrado que el sistema nervioso de los humanos tiene impactantes similitudes con el de algunos animales, sobre todo el de otros mamíferos.
Por eso, no debe sorprender que el experimentado primatólogo y antropólogo español Pablo Herreros asegure que algunas emociones que a menudo consideramos exclusivamente humanas, no solo las experimentamos nosotros.
A continuación 5 ejemplos de su libro "La inteligencia emocional de los animales".