Todo imitador explica que siempre está buscando y explotando una "marca": una muletilla o un tic físico de la persona a imitar que le ayuda a construir el personaje.
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Para imitar al actor Robert De Niro, por ejemplo, la frase es "¿Me estás hablando a mí?", de la película Taxi Driver. En el caso de la cantante británica Adele, es su carcajada.
Y para el actor Rami Malek convertirse en Freddie Mercury fue tan fácil como saber decir "awlright" (la forma peculiar del cantante de pronunciar la palabra alright, "bien, de acuerdo").
Eso le hizo tener el afectado acento británico de la estrella y, lo que es más importante, le mostró a todos en el set de la película Bohemian Rhapsody sobre Mercury que estaba listo para la acción.
"Todos en el set me oían decir ‘awlright’ y eso quería decir ‘dense prisa y muévanse, ¡vamos!’".
Pero el retrato que hace Malek del cantante de Queen va más allá de una imitación.
El interior de Mercury
Malek tiene dominado el pavoneo característico de Mercury sobre los escenarios.
Tanto es así que, al ver la imponente recreación de la puesta en escena de Queen para el concierto Live Aid de 1985 es fácil olvidar que lo que estás viendo no es real.