La crisis de adicción a opiáceos que se vive en Estados Unidos no evitó que las autoridades de ese país aprobaran la entrada al mercado de un nuevo medicamento de este tipo llamado Dsuvia que es diez veces más potente que el fentanilo y 1.000 veces más fuerte que la morfina.
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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) dio el visto bueno a Dsuvia el pasado viernes, pese a que algunos senadores demócratas y el propio presidente del Comité Asesor de Medicamentos Anestésicos y Analgésicos de la FDA, Raeford Brown, habían pedido que no lo hiciera.
El uso excesivo de opiáceos ha provocado una grave crisis en esta nación norteamericana, donde cada día mueren más de 115 personas por sobredosisde ellos, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Estos incluyen a los analgésicos, la heroína y los opiáceos sintéticos como el fentanilo.
El abuso de opiáceos no solo ha causado una crisis sanitaria sino también económica, ya que generan una "carga" de US$78.500 millones cada año en atención médica, pérdida de productividad, tratamiento contra las drogas y procesos judiciales, según estiman los CDC.
El comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, admitió el viernes en un comunicado que la adicción a los opiáceos es una prioridad para su institución. Pero también manifestó los motivos de la FDA para permitir su comercialización, siendo el principal de ellos su aplicación militar.
"Prioridad para el Pentágono"
Dsuvia es un "medicamento prioritario para el Pentágono", según Gottlieb.