Las ampollas alrededor de su cuello mostraban su piel en carne viva.
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Pero eso no fue impedimento para que Ross Edgley volviera cada día al agua para seguir con la travesía que inició el pasado 1 de junio en el pueblo costero de Margate, en el este de Inglaterra.
Desde entonces no tocó tierra firme durante 157 días convirtiéndose en la primera persona en nadar alrededor de Gran Bretaña, casi 3.000 kilómetros en los que expuso su cuerpo a un cruento castigo que nunca imaginó sería capaz de sufrir, y aguantar.