"Usted bien sabe cómo se siente una madre sin su hijo, si yo no me quito de este mundo es porque el único que nos puede quitar es nuestro padre celestial".
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Así relata su angustia Dilsia Murillo, de 36 años y madre de Mario Castellanos, un niño hondureño que se fue solo en la caravana de migrantes que buscan entrar a Estados Unidos.
Mario, de 12 años, partió el sábado desde San Pedro Sula y en la tarde de este viernes quedó en medio de los disturbios que se desataron en un puente en la frontera entre Guatemala y México por que el los caminantes intentaban cruzar.
Entre los cientos de migrantes, Mario de los primeros que intentó cruzar el puente.
Al igual que varios de los caminantes, al parecer Mario intentó tirarse al río.
https://twitter.com/PzPenVivo/status/1053377055524564993
Según cuenta, un policía lo tomó por el cuello y lo tiró al suelo. Eso le dejó un golpe en el hombro y un raspón. Además también le afectaron los gases lacrimógenos que lanzó la policía mexicana.
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Después del incidente, Mario recibió atención en el puesto de inmigración.
¿Por qué se fue?
"En Honduras uno sufre", le dice Mario a BBC Mundo.
Según cuenta, allá no iba al colegio. En cambio, algunas veces se iba al centro a vender chicles para llevar algo de dinero a casa.
https://twitter.com/bbcmundo/status/1053380455171534849
"Me querían meter a una pandilla", dice. "Me decían que me metiera, que me iban a pagar bien, pero yo no quería".
Según cuenta su madre, viven en condiciones muy difíciles.
El padre de Mario trabaja como vigilante y ella no trabaja.
"Yo le digo a Mario que cuando hay, hay que comer, y cuando no hay, hay que aguantar", cuenta Dilsia.
Dilsia recuerda que en algunas ocasiones Mario ya le había dicho que quería irse a Estados Unidos porque allá se podía "hacer un billetal".