¿Cuántas veces has sentido que no puedes vivir sin un producto?
O que no te conviene gastar el dinero, o que realmente no lo necesitas, pero de todo modos lo deseas. Y lo compras.
Este tipo de conductas son mucho más comunes de lo que podrías imaginarte y suelen estar relacionadas con un apego emocional hacia un producto o una marca.
Recomendados
Los podcasts de crónica negra que usa la policía para resolver crímenes
Tratan por anemia a la pitón hallada en una piscina con 500 garrapatas
La millonaria disputa entre la Iglesia católica y la ciudad de Roma por las monedas de la Fontana...
Se trata de la "psicología de la propiedad" que utilizan las empresas para mejorar el negocio.
Este concepto utilizado por el marketing hace que las personas se sientan tan comprometidas con un producto que lo ven como una "extensión de sí mismos".
Eso es lo que plantea Colleen P. Kirk, profesora del Instituto de Tecnología de Nueva York, Estados Unidos.
"Hacer que tus clientes tengan sentimientos de propiedad es maravilloso", le dice Kirk a BBC Mundo.