Para los fanáticos de los televisores, el tamaño sí que importa.
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Y si quieren una pantalla grande, es necesario una mayor resolución, para lograr así el máximo de detalle con la menor distorsión.
"Eso es 8K. Nos permite una pantalla de 33 millones de píxeles y una resolución cuatro veces la del UltraHD", explicó Raúl Martín, vicepresidente de Electrónica de Consumo de Samsung en España, en una entrevista en la IFA de Berlín, la mayor feria de tecnología de consumo de Europa.
Para ser aún más claros: las imágenes en un televisor 8K están compuestas por 33 millones de puntitos o pixeles. En un 4K, 8,8 millones. En un HD (Alta Definición), solo dos millones.
Es decir: si intentas hacer un retrato de una persona con la mayor fidelidad posible, es mejor usar 33 millones de piezas que solo 2 millones. Esa es la gran diferencia.