La palabra "retenciones" -como se llama a los impuestos o aranceles a la exportación en Argentina- tiene una carga pesada en este país
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El presidente Mauricio Macri lo sabe y por eso evitó usar esa palabra durante la cadena nacional que brindó este lunes por la mañana para tratar de traer calma, en medio de una fuerte crisis económica que golpea a la moneda local.
Pero aunque no dijo "retenciones" eso, en efecto, es lo que anunció: una nueva tasa del 10% sobre las exportaciones primarias y otra del 7,5% para las exportaciones con valor agregado.
Macri lo llamó un "aporte".
"Vamos a pedirles a quienes tienen más capacidades para contribuir, aquellos que exportan, que su aporte sea mayor", dijo, en referencia a los sectores que más se han beneficiado por la fuerte devaluación del peso.
Y reconoció que esta medida era contraria a sus deseos.
"Sabemos que es un impuesto malo, malísimo, que va en contra de lo que queremos fomentar. Pero les tengo que pedir que entiendan, que es una emergencia y necesitamos de su aporte", explicó, en un mensaje que apuntaba a quienes, hasta ahora, fueron los sectores más afines al gobierno: el campo y el empresariado.